El secretario de la Cámara de Empresarios de Combustible (CEC), Raúl Castellanos, estimó que el valor de las naftas y el gasoil aumentará un 10 o un 11 por ciento tras las elecciones legislativas del 22 de octubre, luego de que el Gobierno liberara los precios del sector a fines del mes último. “Tenemos una pauta muy clara que es el incremento que tuvieron (en el sector) los precios mayoristas”, aseguró Castellanos.
El empresario aseguró que en el segmento mayorista el gasoil se encareció en un 10 u 11 por ciento. “Obviamente habría que pensar que, en una etapa o más, va a encarecerse en ese mismo porcentaje el precio de los combustibles que se instalen en los surtidores”, aseguró. El ministro de Energía Juan José Aranguren, evitó, en cambio, dar precisiones sobre el tema y el jueves se limitó a decir que cada petrolera tomará sus propias decisiones a partir de ahora.
La decisión de liberar los precios representa el corolario del proceso de desregulación de la actividad hidrocarburífera iniciado a comienzos del año pasado que repone el esquema de liberalización instalado a lo largo de los años noventa. La medida, a su vez, favorece la rentabilidad de las petroleras integradas. La convergencia de los valores locales con los internacionales implica la eliminación del precio sostén –denominado “barril criollo”– con que el gobierno anterior pretendía alentar la inversión y producción locales para recuperar el autoabastecimiento en un contexto de caída en los valores internacionales. Durante el primer año de vigencia de esos precios, en 2015, la producción apenas cedió 0,2 por ciento pero el año pasado cayó 6,3 por ciento y en los primeros siete meses del año acumula una retracción del 9,4 por ciento.
El establecimiento de un esquema de “precios libres” estaba previsto para comienzos de 2018. A fines del año pasado la cartera de Energía acordó con las petroleras que la variación en los combustibles dependería de tres factores principales: el valor del peso frente al dólar, la cotización del barril de crudo internacional y las variedades que se producen en el país, como biocombustibles. Con esas pautas el aumento fue del 8 por ciento en enero. En la segunda oportunidad las variantes del mercado resultaron favorables a los automovilistas haciendo retroceder el precio del gasoil en un 2,6 por ciento y el de las naftas 0,1 por ciento. La tercera revisión correspondiente al período julio-septiembre marcó un aumento del 7 por ciento para las naftas y el 5,9 por ciento para el gasoil. El nuevo ajuste se conocerá después de las elecciones.