"El presidente ha dicho que soy la peor lacra que existe en el país, y luego ha dicho que el país andaría bien si pusieran en un cohete y enviaran a la luna a 562 personas, entre las cuales dijo que hay periodistas. Yo por las dudas me ajusto el cinturón”. Con estas palabras, Horacio Verbitsky graficó sus sensaciones ante la ofensiva de Mauricio Macri contra aquellos que critican con pruebas el gobierno de Cambiemos.
El periodista y titular del CELS quedó en el ojo de la tormenta por la publicación en Página/12 de una nota en la que revelaba que Gianfranco Macri, hermano del presidente, había blanqueado más dinero que el propio Mauricio, aprovechando las bondades del decreto a través del cual modificó la ley de blanqueo y permitió que los familiares de funcionarios públicos se sumen a este beneficio.
“El Presidente esta omitiendo bienes en su declaración, de otro modo es incomprensible que su hermano menor, que ha tenido siempre un rol secundario en los negocios de la familia, pueda blanquear cinco veces más de lo que el Presidente declara", dijo Verbitsky en FM La Patriada.
El columnista dejó traslucir su molestia por la serie de trascendidos respecto de la irritación de Macri por esa nota y la ofensiva oficial a través de otros medios. "Son amenazas muy directas, muy claras, que yo no las minimizo en absoluto. Puedo decir que los insultos de Macri son un galardón, que me honran, pero de todos modos prefiero que no me lo coloque personalmente al galardón", aseguró. También consideró que “la irritación presidencial, incluso con el principal accionista de Página/12, Victor Santa María, no es por él específicamente, sino por las cosas que yo he publicado específicamente en la nota ‘Gianfrancamente hablando’ sobre el blanqueo del hermanito".
Así, no dudó en calificar como “represalia” el enojo de Macri, que llevó a buscar en la AFIP la fuente que pudo haber suministrado información sobre el blanqueo de capitales. Para Verbitsky, también tuvo que ver la labor del CELS en tres casos: el 2x1 en el fallo de la Corte Suprema que benefició a genocidas, la desaparición de Santiago Maldonado y la denuncia por el arresto arbitrario de Milagro Sala en Jujuy.
"Me parece que esos son los motivos de la furia presidencial, eso es lo que dicen periodistas que no son afines ni a mí, ni al CELS, como Carlos Pagni o Alconada Mon, por ejemplo”, afirmó el autor de Robo para la corona. "En el caso de Menem, por ejemplo, quién me llamo ‘terrorista de la pluma’, ponía la cara y lo decía él, en consecuencia esto estaba dentro de un marco institucional y habían formas de enfrentar esto”, agregó.
Precisó que “no lo dice el Presidente, lo deja trascender a través de funcionarios, a través de voceros, de periodistas, incluyen amenazas de muerte”, y que “desde el año 75 con las notas de la revista El Caudillo no recuerdo algo similar en la Argentina".
Respecto del caso de Milagro Sala y el trabajo del CELS, narró que el gobernador Gerardo Morales respondió al pedido de la CIDH llevándola “a una vivienda que no es su domicilio y que la eligió él arbitrariamente, y colocar allí un destacamento de Gendarmería en la puerta. Es una violación directa de la Ley de Ejecución Penal”. Para comprender la magnitud de la medida, dijo que “hay 150 funcionarios de la última dictadura, procesados o condenados por crímenes de Lesa Humanidad que tienen el beneficio de la prisión domiciliaria y ni uno de ellos tienen la menor custodia de fuerzas de seguridad”, lo cual da la pauta de lo “absolutamente ilegal” de lo ocurrido en Jujuy.
Verbitsky habló además del caso Maldonado y estimó que “la resolución de Naciones Unidas de ayer habla claramente de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, de sus declaraciones, de sus actitudes, del retaceo de información, de la información falsa que suministró a la opinión pública y a las propias Naciones Unidas. Es una declaración muy dura, si a ellos les consuela pensar que yo manejo los organismos internacionales, bueno, cosa de ellos".
Sobre el caso del joven desaparecido desde el 1º de agosto, remarcó que el informe de la ONU consigna “ese diálogo terrible entre el subsecretario Barbieri, de Seguridad, con un grupo de gendarmes donde Barbieri dice ‘Estamos en el mismo bote, nos salvamos todos juntos o nos hundimos todos juntos’, lo cual, a su juicio, “no es el lenguaje institucional de la Seguridad sino es el lenguaje de la mafia”.
El titular del CELS puntualizó que “no ha habido ninguna sanción a Barbieri por decir eso, no ha habido ninguna sanción a ningún gendarme, al margen de que si judicialmente se prueba o no se prueba quién hizo qué con Santiago Maldonado”; y fue categórico al resaltar que “está acreditado absolutamente que varios de los gendarmes han mentido, entre ellos el segundo jefe del operativo de represión”.