Javier Milei pasa la mayor parte del día encerrado en el Hotel Libertador diseñando el gabinete que se encargará de pasar la motosierra y aplicar el modelo neoliberal a ultranza que piensa llevar adelante a partir del 10 de diciembre. Los nombres ya confirmados y los que suenan para llenar “la raviolera” del Estado son muchos y variados, en su mayoría con pasado en la administración de Mauricio Macri, el menemismo y el sector privado/privatizador. La tensión hasta el momento de la jura --cuando, según dijo, terminará de completar los casilleros del próximo gobierno-- va a estar marcada por la pelea de cargos entre los apellidos históricos y los arribistas de La Libertad Avanza, por un lado, y la troupe de dirigentes del PRO que buscan reciclarse en el nuevo gobierno, por el otro. "El gabinete lo armo yo", dijo este martes el libertario para despejar dudas sobre un copamiento ajeno de los ministerios clave. Por ahora, dos de ellos todavía están vacantes: Economía y Seguridad. El resto ya ofrece un panorama bastante claro sobre el rumbo que tendrá la nueva gestión.
Los confirmados
Hasta ahora, las únicas confirmaciones oficiales salieron de boca del propio Milei, antes y después de imponerse en el balotaje. La ex candidata a la gobernación bonaerense, Carolina Píparo, estará a cargo de la Anses; el abogado estrella de la farándula en tiempos del menemismo, Mariano Cúneo Ribarona, será el ministro de Justicia; la exmilitante de la UceDé y el Pro Sandra Pettovello comandará el superministerio de Capital Humano, que englobará las carteras de Salud, Educación, Cultura y Trabajo, devaluadas a secretarías; y la economista ultraliberal Diana Mondino se hará cargo de la Cancillería.
La jefatura de Gabinete, en tanto, será para un amigo cercano del presidente electo, al que conoce desde sus tiempos de CEO del Grupo América: Nicolás Posse, ex responsable de los Duty Free en aeropuertos y exgerente del Aeropuerto de El Palomar. Posse ya empezó a ejercer el cargo de manera informal comandando las negociaciones con la Casa Rosada para ordenar la transición.
También fue confirmado el superministro de la cartera que englobará Transporte, Obras Públicas, Minería, Energía y Comunicaciones. Se trata de Guillermo Ferraro, quien viene del sector de las consultorías y fue subsecretario de Infraestructura y Telecomunicaciones de la provincia de Buenos Aires durante la gestión de Antonio Cafiero, coincidente con en el primer mandato presidencial de Carlos Menem. “El enfoque que tenemos es que el Estado tiene que reducir su participación en la economía para dar espacio al sector privado”, dijo sobre la tarea que tendrá a partir del 10 de diciembre.
Otro de los que tiene un lugar asegurado es el productor teatral Leonardo Cifelli, futuro secretario de Cultura. De claro perfil neoliberal, su llegada ya se tradujo en que los trabajadores del ministerio se declaren en "estado de alerta y movilización". Para la gestión en YPF, en tanto, se confirmó a un hombre de Techint, Horacio Marín.
Los seguros
Santiago Caputo, el consultor más importante de la campaña libertaria, tiene un rol asegurado en el próximo gabinete, lo mismo que Karina Milei, la hermana del presidente. Ambos fueron los únicos en ser nombrados por el propio Milei a la hora de los agradecimientos del domingo a la noche, con el triunfo puesto. De todos modos, ninguno de los dos fue confirmado para un cargo específico. Se especula que Caputo podría ser el jefe de asesores, mientras que la hermana de Milei podría asumir como secretaria general de la presidencia.
Caputo es el sobrino del “amigo del alma” de Macri y dueño de la tecnológica fueguina Mirgor, Nicky Caputo, y también del “Messi de la finanzas”, Luis “Toto” Caputo, que suena para encabezar Economía. Si se da el caso, se consolidaría una nueva dinastía en el Estado como entre 2015 y 2019 lo fue la familia Peña-Braun.
Otros cargos por ahora vacantes de mucho peso son las carteras de Seguridad y Defensa, y por extensión, la AFI. Los funcionarios encargados de comandarlas, a priori, serían designados por la vicepresidenta electa, Victoria Villarruel. Se trata de roles clave en el plan de ajuste con represión que planea implementar Milei y que fue explicitado por el propio Macri. Para Seguridad sonó en su momento Patria Bullrich, pero ella misma se descartó y presiona para que Federico Pinedo desplace a Mondino en Cancillería. Es uno de los conflictos abiertos entre el PRO y LLA en el diseño del gabinete.
Nombres en danza
Bajo la órbita del superministerio de Capital Humano hay dos casilleros pronto a ser completados. Como secretario de Trabajo es prácticamente un hecho que asumirá el ex Superintendente de Riesgos del Trabajo del macrismo, Gustavo Morón. El propio Milei publicó una foto en sus redes sociales previa al debate presidencial en el que lo anunció como “futuro secretario de trabajo” aunque aún no hubo una confirmación oficial.
Para la futura Secretaría de Salud, en tanto, hay dos personajes en danza. El más curioso es el de Carlos Kambourian, ex secretario de Salud durante el gobierno de Macri y recordado como el "doctor muerte" por sus arengas en favor de romper la cuarentena durante la pandemia de Covid-19. Kambourian está procesado por usar fondos del Garrahan para gastos personales. Este miércoles posteó que “es tiempo de revancha” en sus redes, lo que se interpretó como una auto-postulación para el cargo. Otro que suena es Eduardo Filgueira Lima, exsecretario de Salud de la provincia de La Pampa en 1993 y 2002, año en que pegó el salto al gabinete nacional de la Nación de la mano de Eduardo Duhalde.
Al frente del Conicet, un organismo que dijo querer cerrar, es casi seguro que asumirá un especialista en clonación de animales, Daniel Salamone, a quien Milei consultó en su momento para clonar a su perro Conan.
Milei sostuvo que va a "sorprender a la gente con un súper equipo" (no dijo que será el mejor de los últimos 50 años, pero casi), del que, aparentemente, también formará parte el legislador porteño Ramiro Marra: suena para encabezar nada menos que la AFIP.