“Un proyecto brillante, refrescantemente a-sentimental”, “Un mashup de alta y baja cultura”, “Increíble observar qué sucede cuando la literatura se cruza con CSI”, son apenas algunas de las elogiosas devoluciones que el artista digital y realizador Brian Joseph Davis ha recibido por The Composites. Serie arty-policial donde este norteamericano crea retratos hablados –o retratos robot, según se prefiera– a partir de descripciones de personajes ofrecidas en títulos memorables de autores como Herman Melville, Emily Brontë, Bram Stoker, Gustave Flaubert o Thomas Mann. Tal cual dictan las letras, no así ciertas adaptaciones fílmicas, dicho sea de paso; procesadas las especificaciones literarias por un software de composición facial, a menudo utilizado por fuerzas de seguridad para crear identikits de criminales. Así, para bosquejar a la especialista en artes marciales Aomame de 1Q84, por citar un ejemplo, Davis se basa en la caracterización detallada por su creador, el japonés Haruki Murakami: “Al cerrar los labios, éstos formaban una línea recta y sugerían un carácter arisco en toda circunstancia. Una naricita fina, unos pómulos un tanto salientes, una frente ancha y unas cejas largas y rectas acusaban aún más esa tendencia”. 

“Buena parte de la información para los retratos es tomada de los libros de manera textual. En los casos en que faltan datos esenciales, Davis se remite al contexto de la narración, así como a la intención y el tono del autor. El resultado es una reinterpretación –una entre muchas posibles–, una nueva lectura a través de la imagen”, consigna la revista cultural colombiana El Malpensante, recalando además en que “tanto en la ficción como en el intento de reconstruir una historia real, la posibilidad de recrear a un personaje es tan rica como subjetiva”. Subjetividad mediante, solo sabrán los lectores si la imagen que formaron de Ignatius Reilly (La conjura de los necios), Emma Bovary (Madame Bovary) o Humbert Humbert (Lolita), se condice con los sketches policiales que el artista ha obtenido. Con tanto éxito que, además de devenir libro, la serie continúa creciendo para albricias de seguidores con ojo clínico.