Miles de personas se movilizaron en distintas ciudades de España, inclusive Barcelona, para reclamar el inicio del diálogo entre el gobierno español y el de Cataluña, en el marco del conflicto por la intención independentista de comunidad autónoma. El presidente Mariano Rajoy reiteró que la administración central va a “impedir cualquier declaración” en ese sentido y consideró que “Cataluña es la batalla de Europa”.
La convocatoria alrededor de la icónica fuente de Cibeles, frente al ayuntamiento de Madrid, estuvo a cargo del movimiento Hablemos/Parlem, del que es miembro el premio Nobel de Literatura y figura del conservadurismo, Mario Vargas Llosa.
La plaza Sant Jaume, frente al Ayuntamiento de Barcelona y al palacio de la Generalitat, fue otro de los puntos de la convocatoria. Cientos de personas se reunieron allí con banderas blancas y la inscripción “Parlem” (Hablemos, en catalán). "No queremos banderas, no queremos fracturas, queremos que los políticos se sienten a hablar", dijo a AFP Ana Chueco, empresaria catalana de 51 años.
"Vivimos con mucha tensión, nuestras vidas están embargadas por todo esto, no sabemos qué hacer con nuestro dinero ni con nuestros empleos, no sabemos qué va a pasar", dijo Alicia Doménec, profesora universitaria catalana de 39 años.
También hubo marchas en Zaragoza, San Sebastián (norte), Bilbao (norte), Vitoria (norte), Palma de Mallorca (este), Valladolid (centro) o Pamplona (norte).
En una entrevista con el diario español El País, Rajoy apeló al "catalanismo pactista y moderado" a desmarcarse del independentismo e insistió con que "España no se va a dividir y la unidad nacional se va a mantener”. Para ello, dijo, “emplearemos todos los instrumentos que nos da la legislación” y no descartó que una de las alternativas sea quitarle la autonomía a Cataluña.
Además, sostuvo que en caso de que la región declare unilateralmente la independencia, se encargará de que ello “no entre en vigor nunca" y exigió al “Paralament” que "retire su amenaza para evitar males mayores".
Finalmente, Rajoy envió un mensaje a la comunidad europea: “Yo lo que les diría es que esta es su batalla. Esta es la batalla de Europa. En el año 2012, en España se jugaba la batalla del euro. Y la ganamos los europeos. Ahora se juega la batalla de los valores europeos y también tenemos que ganarla”.
En tanto, en la plaza Colón de Madrid, una multitud con banderas españolas, en mástiles o anudadas como pañuelo, coreó lemas como "Cataluña es España, no nos engañan", "Puigdemont, a prisión" (en alusión al presidente de la Generalitat) y "Con golpistas, no se dialoga".
La manifestación fue convocada por la Fundación DENAES, "para la defensa de la Nación Española", cuyo portavoz, Iván Espinosa, explicó a la AFP que "hemos estado 40 años cediendo terreno al nacionalismo". En esta movilización asomó alguna bandera franquista y abundaron camisetas de la selección española.
Joaquín Peñas, un coronel de caballería de 52 años fuera de servicio, sostuvo que se ha llegado a "un punto de inflexión". "Necesitamos participar activamente en la defensa de los valores de España como nación", aseguró.