Si los potenciales y consabidos riesgos para la privacidad que implican una webcam al descubierto o un micrófono sin inhabilitar ya hacían temblar a muy cuidadosos (o paranoicos, a libre consideración) usuarios, una reciente investigación suma un terror impensado: los auriculares. Aunque objetos periféricos, aparentemente inocentes en su eterna cualidad de salida, el device es otro riesgo en la era de los cyber-ataques, según postulan estudiosos de la Universidad Ben Gurion, en Israel, tras desarrollar “un código que demuestra cómo una computadora puede ser hackeada para grabar tus conversaciones a través de los audífonos”. Con tales palabras, sintetiza el sitio Vice el hallazgo, destacando –para subir decibeles a la chicharra alarmista– que “no se refieren a aquellos que traen micrófono incluido, sino a la capacidad de cualquier audífono de ser utilizado como un micrófono”. Oh, agridulce, agridulce tecnología... 

Así, tras crear un malware experimental para la ocasión -–bautizado Speake(a)r, para más especificaciones–, logró el equipo israelí convertir las vibraciones sonoras en el aire en señales electromagnéticas, capturadas con preocupante claridad en archivos audio. Probando, además, que la modalidad trabaja sobre cualquier sistema operativo... “La gente no suele pensar que existe este modo de violar su privacidad”, advirtió Mordechai Guri, líder del team investigador, agregando que los mentados adminículos “graban a muchos metros de distancia y en buenísima calidad”. Al parecer, el quid de la cuestión –desarrolla el citado medio– es que la vasta mayoría de tarjetas de audio de PCs y laptops utilizan chips RealTalk, fácilmente vulnerables por hackers en tema, y “el error no puede ser reparado con una actualización de drivers, por lo que no hay manera de evadir esta flaqueza hasta que nuevos chips de nuevas computadoras estén disponibles”. Un problemón que tendrá a obsesivos pensándoselo dos, tres, cuatro veces antes de conectar sus auriculares para escuchar una bella melodía. U, opción b, dándose al total silencio en cada ocasión, no vaya a ser cosa que den a los hacker sonora tela de dónde cortar.