"Por encima de todos méritos, esta distinción es el fruto de algo tan simple y preciado como el amor, el cariño. Así lo entiendo. Si para algo vale la pena la vida, es para querer y ser querido". Así se manifestó Joan Manuel Serrat al recibir ayer en Rosario el título de Doctor Honoris Causa por la Universidad Nacional de Rosario y visitante distinguido por la Municipalidad. No faltó en su discurso una profunda referencia al conflicto político que vive su tierra, Cataluña ni tampoco el recuerdo para su gran amigo Roberto Fontanarrosa. El cantautor catalán se definió como un "goloso de la amistad" y afirmó: "Me hace feliz saber que con mi trabajo he podido ayudar al aprendizaje de otros".

En la ceremonia realizada en un colmado teatro La Comedia, Serrat dijo que quería agradecer "esta carga de emociones que me llegan en forma de recuerdos, de imágenes, de palabras, de voces idas. Se dice que la parte más difícil de un discurso es el comienzo. En este caso no lo es. No sería prudente bajarme de esta tribuna sin haberme librado de un sentimiento que vengo rumiando hace días, días complicados, de sobredosis emocionales, donde la incompetencia, los intereses no siempre confesables no siempre coinciden en este territorio amado por mí que se llama Cataluña", expresó.

"Voy aprovechar esta tribuna que me otorga la Universidad de Rosario para exigir al gobierno español que por una vez tome la iniciativa política, y en lugar de mandar contra la ciudadanía las fuerzas de seguridad muestre voluntad de conversar con las fuerzas políticas catalanas. Al tiempo que reclamo al gobierno de la Generalitat que abandone su actitud sectaria y proselitista y que antes de enviarnos a todos los catalanes al limbo de la tierra prometida de la independencia, nos podría hablar de los costos que nos va a representar ir al cielo o bien eche una mano para solucionar esta situación de crispación que no nos merecemos vivir", agregó.

El cantante remarcó que "lo que hoy vivimos en Cataluña, señoras y señores, es un fracaso. Y como dijo el intelectual Joan Fuster un fracaso nunca se improvisa. Se construye".

Después el Nano se mostró más distendido y aflojó su discurso al señalar: "Quiero darles las gracias por este Doctorado que me concedieron. De los varios doctorados que me han sido concedido a lo largo de mi vida, es curioso que ninguno haya sido de la Facultad de Agrimensura, de la cual salí número uno de mi promoción", dijo para desatar las risas en la sala.

Serrat volvió a ponerse al público en el bolsillo cuando habló de la amistad y de su amigo Roberto Fontanarrosa. "Siempre quise tener más amigos. Soy realmente un goloso de la amistad, porque es la única acumulación que merece la pena esta vida y además tiene la ventaja de que no paga impuestos. Rosario es una ciudad pródiga en amigos. A la cabeza de ellos, nuestro amado y simbólico Negro Fontanarrosa. Mis saludos más entrañables a sus esposas. A la Tiny y a la Gabriela".

"El Negro es un rosarino universal. Ahora, en ausencia, pero saben que se les puede aparecer en cualquier momento. El Negro es un gestador de humanidades. Fuego al que todos quisieran arrimar sus sardinas. Nombrándolo a él nombro a mis buenos amigos presentes y ausentes. A todos nos representaba el Negro y todos se sentían bien representado por él. Todos presumimos de él y nadie es tan quiero como él. Nadie es tan de todos", agregó.