Hace trece años se estrenó en Buenos Aires Geschichte –basada en un texto de Witold Gombrowicz– y, en 2012, su ópera Cachafaz, tragedia bárbara, sobre el texto de Copi. En 2014, el Teatro Colón presentó su ópera Requiem, basada en un texto de Faulkner. Oscar Strasnoy, a quien el Festival Présences de Radio France dedicó su edición de 2012, es hoy uno de los compositores más reconocidos y, al mismo tiempo, más atípicos –o militantemente reacios a las clasificaciones fáciles– en el mundo. El sello AEON, uno de los principales entre los dedicados a la creación actual, publicó un CD con obras suyas, interpretadas por la Orquesta Filarmónica de Radio France, dirigida por Dima Slobodeniuk y Susanna Mäkki. Ganó los premios Orpheus, por su ópera Midea, presentada por iniciativa de Luciano Berio en el Festival de Spoleto, en 1999, el Georges Enesco, de la Sociedad de Autores franceses, en 2003, el Grand Prix de la Musique Symphonique (2010) y el Nouveau Talent Musique (2011).
“Tal vez una de las cosas que más me moleste es que se me identifique con una especie de estilo livianamente humorístico”, dice en Buenos Aires, desde donde durante las últimas semanas viajó diariamente a La Plata para ensayar, como director, junto con la Orquesta Estable del Teatro Argentino. El programa que hará, este domingo a las 18.30, además de su originalidad, recorre líneas a través de las cuales unas obras iluminan o revelan aspectos de las otras. “Uno siempre puede encontrar conexiones a posteriori”, bromea acerca del repertorio, donde dos obras suyas, “Y” e “Ittingen Concerto” –con la actuación solista de Nicolás Favero en violín– dialogarán con las geniales 4 Ultimas canciones de Richard Strauss –la solista será la notable soprano Carla Filipcic Holm–, y con una de las obras menos frecuentadas y más importantes del período neoclásico de Igor Stravinsky, su Sinfonía en tres movimientos. “El pasado reciente –reflexiona Strasnoy– pensaba la novedad y el estilo, y hasta la propia idea de obra en relación con los alfabetos. Una composición era su lenguaje. Y uno se encuentra con este Stravinsky que aparentemente mira al pasado y que parece estar alejado de la Consagración de la primavera, y escucha dos notas y sabe que se trata de Stravinsky. El estilo, lo que importa, finalmente, es esa firma inconfundible que uno detecta en las grandes obras”.
Como director, Strasnoy ha conducido las orquestas Philharmonique de Radio France, National d’Ile-de-France, de la Ópera de Bordeaux y, entre otros, el Ensemble Resonanz de Hamburgo. “Encontré una orquesta excelente y excelentemente dispuesta”, dice acerca del organismo platense. “Y”, para orquesta, es una obra escrita en 2011, por encargo de Radio France, con el apoyo de la J. S. Guggenheim Memorial Foundation. Se estrenó el 20 de enero del año siguiente en el Théâtre du Châtelet de París, en el marco del Festival Présences, con el concurso de la Orquesta Filarmónica de Radio France dirigida por Sussana Mälkki. El “Ittingen Concerto”, para violín solo y orquesta de cámara, fue estrenada el 3 de junio pasado, por la Akademie für Alte Musik de Berlín, en los Conciertos de Pentecostés celebrados en el monasterio cartujo de Ittingen, enclavado en el norte de Suiza.