El ex de la policía provincial Rafael Grau -detenido en la causa que investiga la estafa con arreglos en las unidades de la propia fuerza- amplió el último jueves su declaración indagatoria. Asesorado por el abogado mediático Miguel Angel Pierri, eligió una estrategia que no pasó desapercibida para el resto de la fuerza: trajo al ruedo a su segundo al mando de la fuerza, José Luis Amaya, quien lidera hoy la policía santafesina. "El jefe del D-4 (la dependencia sospechada de hacer el negocio) José Leiva, "no tenía una dependencia funcional directa conmigo, al depender orgánicamente del Subjefe de Policía, por entonces el hoy jefe de policía comisario general Amaya. Nunca detecté un estado de enojo, mal humor o molestia en él" afirmó Grau. Y abundó "jamás el Superior directo, el Subjefe de Policía, o Leiva mismo, me hicieron saber de problemas con los proveedores o situaciones irregulares. Y de haber existido, tenían la capacidad suficiente para tomar medidas o denunciar el hecho a la justicia" disparó en abanico incluyendo en la misma línea de fuego judicial a quien lo acompaño en la conducción policial entre setiembre de 2015 y abril de 2016. El actual jefe ya había sido defendido a capa y espada por el ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro. "Amaya es lo mejor que tiene la policía" había asegurado públicamente el responsable de la seguridad, en los primeros días de la pesquisa, cuando muchos uniformados se habían empezado a poner nerviosos.
Grau atraviesa un proceso penal imputado como autor, de los delitos de "asociación ilícita" en carácter de organizador; y "coautor" de "defraudación por administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública" por el pago de la reparación y cambio de repuestos de 16 móviles policiales cuyos arreglos no fueron realizados.
La imputación fue formulada el 13 de septiembre por el fiscal Roberto Apullán y alcanza además a sus camaradas, Ariel Hernán Villanueva, contador y habilitado de la Jefatura de la provincia; y José Mario Leiva, ex jefe del D-4. La lista de imputados la completan cinco civiles: Facundo Testi -el arrepentido- y Noelia Biscari; y como "partícipes necesarios" Artemio Biscari, Rodrigo Exequiel Ruiz y Andrés Daniel Soto.
El 19 de septiembre el juez penal Sergio Carraro dictó la prisión preventiva para Villanueva. Además ordenó la prisión domiciliaria para Grau, Leiva y Testi; y concedió la libertad bajo alternativas a la prisión preventiva para los cuatro restantes. Durante el tratamiento de la cautelar Grau, Villanueva, Leiva y Testi pidieron declarar ante el juez; el último de los cuales lo hizo bajo la figura legal del "arrepentido", con lo cual debió explicar cómo era la operatoria ilegal, ratificando la hipótesis de la fiscalía.
Cabe recordar que en su declaración, Testi había manifestado que a ese "supuesto negocio lo empezó por el año 2010 y que lo planteó a la parte administrativa. Luego expresó que en Enero/Febrero 2016 habría empezado el supuesto negocio paralelo con el contador Villanueva. Y que los arreglos truchos empezaron en Enero-Febrero 2016. Es decir, se manifiesta que en 2010 ya había plasmado esta supuesta forma de proceder en la institución". Grau admitió conocer a Testi desde hacía tiempo, pero manifestó que "es cierto lo expresado por él mismo que, a pesar de conocerme, nunca habló de este supuesto negocio conmigo", según la transcripción que publicó ayer el portal de noticias Aire de Santa Fe.
El ex jefe de la policía redujo el trato con Testi a simple cordialidad "Pero de esa actitud de respeto a transformarme en un organizador de actividades delictivas, lo niego rotundamente".
En igual línea Grau insistió que la tarea de Testi dentro de la fuerza era conocida desde el año 2010, cuando él mismo era jefe de Relaciones Policiales, "De lo cual se desprende que administraciones anteriores y estamentos intermedios de control de esta policía habrían encontrado satisfactoria la prestación que brindaba".
El ex jefe policial continuó luego con lo declarado por José Leiva, jefe del departamento investigado, el D4, a quien dijo que lo había convocado porque "deseaba conformar un equipo con personas honestas, sin cuestionamientos de ningún tipo. Consideré que Leiva reunía esas condiciones". Luego negó enfáticamente haber presionado a Leiva de alguna manera para mantener la actividad ilícita.
En este sentido aclaró que de haber sentido Leiva tal estado de presión, tenía, conforme a sus casi 30 años en la fuerza, que le han dado experiencia y conocimiento, varias formas de expresarlo: ejemplo, renunciando al cargo, pidiendo licencia o denunciando la situación ante Asuntos Internos o la Justicia misma. Situación que no ocurrió en ningún momento" explicó Grau.
Finalmente el ex jefe investigado enfatizó que "jamás, en el corto tiempo al frente de la Jefatura, me detuve a analizar lista de proveedores con Leiva ni con nadie, porque simplemente no los conocía, a excepción de Testi que desde hace muchos años trabajaba en la Jefatura, lo cual era conocido por todos".
Luego del trámite judicial el propio fiscal Apullán dialogó con medios de prensa y explicó que el acto fue a puertas cerradas. "Se extendió en las circunstancias que él creía correspondía hacer y luego aceptó preguntas de la fiscalía". Puntualmente Grau amplió "sobre algunas de las manifestaciones de los otros coimputados", que en la audiencia pasada declararon con posterioridad a él y fue informado luego del contenido.
En cuanto a las preguntas de la fiscalía "ahondamos sobre las relaciones con los otros coimputados, con dos tenía relaciones funcionales (era el jefe) y respecto a uno de los particulares (Testi) él mismo ha manifestado que lo conocía, así que ahondamos sobre los términos de esas relaciones y algunas otras cuestiones sobre lo que estamos investigando", señaló Apullán.