Esquina cervecera

Hace poco menos de un año, abrió Bierwelt, flamante bar cervecero en la parte sur de la ciudad, en una zona donde no abundan las opciones para tomar algo por la noche. El lugar fue bien recibido por los vecinos: se llena casi todos los días, e incluso los fines de semana se forman grandes colas en la puerta, con gente bebiendo en las veredas de una Boedo ancha y arbolada.

El local, espacioso y con cierto aire industrial logrado gracias a la consabida chapa acanalada que cubre una de las paredes, obliga a pasar por la barra para hacer el pedido. Hay doce barriles disponibles ($80 la pinta, 2 por 1 de miércoles a viernes, de 18 a 20) de los cuales nueve son elaborados especialmente para Bierwelt, mientras que las restantes son de marcas invitadas que rotan según el antojo de la casa. Con tanta variedad, hay siempre opciones para todos los paladares: desde una rubia dorada fácil de tomar a la leve dulzura de la de miel pasando por la acidez de la cerveza de frutos rojos. Entre las más ricas, está la Porter, con ese típico sabor a cacao de las maltas bien tostadas, o la doble IPA, con un buen punto de amargor.

Para acompañar la bebida, de la cocina salen los típicos best seller de bar, incluyendo papas fritas, hamburguesas completas y pizzas caseras, un repertorio que no sorprende. No obstante, si hay disponible, lo mejor es optar por el sándwich de pernil horneado, que llega con buena variedad de salsas y un pan correcto ($60).

El público de Bierwelt va mutando con el correr del día: apenas abren a las 18 aparecen los oficinistas del vecino Distrito Tecnológico a apurar unas cervezas luego de la oficina, pero con las primeras sombras van siendo reemplazados por los treintañeros del barrio, en busca de charla y bebida. Si el día lo amerita, las primeras mesas en llenarse son siempre las de la vereda, con los grandes plátanos de la calle a la vista.

Buena cerveza, ambiente relajado y comida que acompaña con dignidad, un combo de moda, que crece también en ese sur de la ciudad, demarcado por la Av. Boedo.

Bierwelt queda en Av. Boedo 1600. Teléfono: 3979-8891. Horario de atención: lunes a sábados de 18 al cierre; domingos de 19.3

El sur cultural

Más allá de crisis económicas y tarifazos al por mayor, la resistencia cultural continúa abriendo espacios dedicados a las diferentes expresiones del arte en la ciudad de Buenos Aires. Y un buen ejemplo es Nivangio, un novel centro cultural en una antigua y enorme casona del barrio de Boedo, que supo ser “modernizada” en la década de los 80. 

Apenas traspasar las rejas de entrada y luego las del porche, aparece un enorme vitral original que enmarca la barra y algunas mesas para tomar o picar algo mientras se espera por los espectáculos. Hacia el fondo se despliega el jardín y los diferentes ambientes, que se suceden uno tras otro. 

De la cocina salen preparaciones bien sencillas, pero a la vez bien realizadas y con productos de calidad. Las empanadas de carne ($20, especialidad de la casa) son grandes, recién hechas y muy sabrosas. También hay algunas tablas, como la que trae salames y quesos ($100, alcanza para que piquen 2 personas) o una más variada ($150), que constituye una cena en sí misma. Para beber, los muy buenos vinos de la salteña Bodega Colomé por copa ($70) o por botella, servidos a la temperatura adecuada y a precios amables para el bolsillo. También hay disponibles tres variedades de cerveza Antares.

La agenda de Nivangio incluye recitales, teatro, danza, fotografía, ferias de diseño, murales en vivo y un largo etcétera que se actualiza constantemente, además de una serie de talleres entre los que se destaca el de fotografía analógica, dictado por Filiberto Mugnani, un verdadero maestro en la materia. Por otra parte, con dos de los socios que son a la vez dueños de editoriales, es común que haya presentaciones de libros, por ejemplo de Pablo Ramos, Washington Cucurto y Rocambole. Vale la pena chequear los espectáculos disponibles en su página de Facebook, darse una vuelta y disfrutar de una copa de vino con ricas empanas.

Nivangio Club Cultural queda en Colombres 946. Teléfono: 2066-7989. Horario de atención: miércoles a domingos de 17 al cierre.

Clásico de clásicos 

Hay algunos lugares de la ciudad que parecen haber estado allí desde siempre. Tal es el caso de la pizzería San Antonio, en la esquina de Av. Garay y Boedo. Allí, desde hace más de 40 años, se despachan pizzas, fainá y empanadas al por mayor, a vecinos que vienen cual peregrinos al local en busca de sus vituallas, ya que la casa se enorgullece de no contar con servicio de reparto a domicilio.

El lugar, con nulas pretensiones estéticas, cuenta con dos plantas, siempre con el omnipresente televisor encendido en el partido o deporte del día aunque, se agradece, sin volumen. Apenas sentarse a la mesa, llega alguno de los eficientes y un tanto enérgicos mozos para levantar el pedido. 

Los habitués recomiendan con énfasis la fugazzeta ($175 la grande, $140 la chica) y la doble muzzarela ($225 y $175), esta última con una cantidad desproporcionada de queso, ideal para los que disfrutan de los excesos. Por supuesto que la carta incluye una larga lista con los clásicos de siempre y algunas combinaciones de factura propia, como la San Antonio, con tomate, longaniza y verdeo. Una curiosidad de la casa: la napolitana no lleva ajo ni perejil, pero sí huevo duro picado.

Además de las consabidas empanadas ($25) y la pizza, el interminable horario de apertura de San Antonio permite pedir durante todo el día sandwichería clásica, tostados de miga y cafetería. Y atención los nostálgicos: también es posible tomar allí una leche chocolatada con bay biscuits, mirando el sol caer por Av. Garay hacia el oeste de la ciudad.

Los viernes y sábados por la noche, en horarios pico, la espera en la vereda está asegurada; conviene armarse de paciencia. Pero nada se compara a los días en que juega San Lorenzo, cuando la pizzería se llena de bote a bote, ya sea para ver el partido de visitante en el enorme televisor, o a la salida de la cancha cuando el azulgrana hace de local. 

San Antonio es un clásico ineludible de un Boedo que, poco a poco, reemplaza sus casas bajas por anodinas torres fotocopiadas.

San Antonio queda en Boedo 3600. Teléfono: 4921-4118. Horario de atención: lunes a jueves de 6 a 1, viernes de 6 a 2, sábados