El proyecto de presupuesto universitario que el Gobierno envió al Congreso es calificado como “insuficiente” y “de ajuste” por los gremios docentes. Como informó PáginaI12, los rectores universitarios solicitaron para 2018 un presupuesto de 107 mil millones de pesos, mientras que el Ejecutivo envió una propuesta de 100 mil millones. Los sindicatos de profesores advierten que el proyecto oficial implica recortes nominales y reales: los hospitales universitarios recibirían 160 millones de pesos menos que este año, al igual que los fondos de incentivo, que pasarían de 198 a 150 millones; los gastos destinados a Ciencia y Técnica en las universidades se congelaron en 500 millones, lo que implica un ajuste por inflación; mientras que la cantidad de estudiantes de bajos recursos que recibirán becas llega a 19.257, un número superior al del último año, pero aún lejos de los niveles vigentes hasta 2015, cuando los becados eran 23 mil.
El artículo 12 del proyecto de presupuesto fija un monto de 95.317 millones para las universidades públicas nacionales en 2018, pero dentro del presupuesto de Educación incluye otros 5 mil millones destinados, en su mayor parte, al programa Fundar, que atiende la articulación de la educación superior con la secundaria, la expansión, desarrollo e inversión de las universidades y el mejoramiento de carreras. Si bien los rectores no incluyen al Fundar dentro de su modelo de presupuesto ideal, lo aceptan como parte del financiamiento requerido porque “atiende problemas que plantea el CIN” (Consejo Interuniversitario Nacional).
Javier Gortari, presidente de la comisión de presupuesto del CIN (el órgano que agrupa a los rectores), dijo a PáginaI12 que el presupuesto “no resuelve todas las cuestiones que pide el CIN”, porque quedan 7 mil millones de diferencia entre su propuesta y la del Ejecutivo. En busca de achicar esa diferencia, los rectores abrirán gestiones en el Congreso con los principales bloques, una vez que pasen las elecciones. El Ministerio de Obras Públicas, tal como exigieron los rectores hace dos meses y publicó este diario, destinará –según el proyecto de ley– 3 mil millones de pesos para obras de infraestructura y refacciones de las universidades.
Los rectores afirman que desean aumentos reales y no solo inflacionarios: para abrir más carreras, ampliarlas, mejorar los equipos de laboratorio y las bibliotecas, entre otros fines.
“Rechazamos de plano este presupuesto”, dijo a este diario Antonio Roselló, secretario adjunto de la federación Conadu Histórica. “Todos los ítems que no son salariales han sufrido una reducción nominal de 20 millones de pesos y hay una reducción real del 40 por ciento, si tomamos en cuenta la inflación de este año (con lo que se perdió el año pasado) y la proyectada por el Gobierno para el año que viene”, explicó el dirigente docente, para quien el congelamiento de la partida para Ciencia y Técnica “va en línea con el desmantelamiento del Ministerio de Ciencia”. Sobre la escasez de becas estudiantiles, dijo que la propuesta de su gremio es que se duplique tanto el número de beneficiarios como su monto. Roselló recordó que el gobierno de Mauricio Macri destina el triple de presupuesto para pagar deuda externa que para la educación universitaria: “Por eso lo impugnamos”, remarcó.
“El presupuesto general de Educación, es decir lo previsto para el Ministerio de Educación (sin la parte deportiva), pasó de tener una participación del 1,69 por ciento del PBI en 2015 a 1,60 puntos en 2016. Con los actuales valores de crecimiento del PBI para 2017, harán que se reduzca aproximadamente a un 1,55 por ciento del PBI”, detalló Pedro Sanllorenti, dirigente de Conadu y secretario general del gremio docente de la Universidad de Mar del Plata. Sanllorenti describió que, según la planilla que promueve el Gobierno, hay universidades que aumentarían su presupuesto en torno a “un 26 o 27 por ciento, mientras que otras solamente un 21 o 22 por ciento”.
La idea de los sindicatos docentes es convocar una jornada de lucha, todavía sin fecha fija, que se realizaría frente al Congreso y que contaría con el apoyo de organizaciones de no docentes y estudiantes, para reclamar un mayor presupuesto universitario.
Informe: Gastón Godoy.