La Casa Blanca entregó al Congreso una larga lista de medidas de inmigración de línea dura que el presidente Trump exige a cambio de cualquier acuerdo para proteger a los jóvenes indocumentados conocidos como dreamers (soñadores), poniendo en peligro un empuje bipartidista incipiente para llegar a una solución legislativa.
Antes de acordar el otorgamiento de un estatus legal a 800.000 jóvenes inmigrantes ilegales, Trump insistirá en la construcción de un muro en la frontera sur, la contratación de 10.000 agentes de inmigración, leyes más estrictas para los solicitantes de asilo y la denegación de subvenciones federales a “ciudades santuario”, dijeron funcionarios.
Grupos proinmigrantes calificaron ayer de “píldora venenosa” el plan migratorio de Trump, que agilizaría la expulsión de niños centroamericanos como condición para mantener los beneficios a los “soñadores” de DACA (Acción Diferida para los llegados en la Infancia, en inglés: Deferred Action for Childhood Arrivals).
Beth Werlin, directora del American Immigration Council, señaló que hay suficiente apoyo bipartidista para aprobar una legislación de apoyo a DACA, que no contenga “píldoras venenosas” que perjudiquen a otros inmigrantes, los menores centroamericanos que huyeron en busca de asilo en Estados Unidos. El plan del magnate enviado este domingo al Congreso incluye además la construcción del muro en la frontera con México, la contratación de más agentes migratorios y la limitación en la concesión de visas mediante un sistema de méritos.
“No toleraremos un acuerdo que esencialmente ayuda a un grupo de inmigrantes para perseguir a otro, especialmente niños centroamericanos que escapan de la violencia”, manifestó César Vargas, abogado de inmigración amparado por DACA y cofundador de Dream Action Coalition. “Estamos abiertos a una discusión seria con la Casa Blanca para modernizar nuestro anticuado sistema migratorio” que no esté basado en una agenda “supremacista”, agregó.
Trump ha pedido un proceso más rápido en el retorno a sus países de los menores centroamericanos que han llegado solos al país y de esta forma poner un final a lo que califica como “un abuso” del sistema de concesiones de asilo.
“Esta lista de propuestas representa un completo ataque en contra de la inmigración y los inmigrantes”, se lamentó Werlin en un comunicado. “No solamente limita la inmigración en general, sino que permitiría deportaciones masivas y pasar por encima de procedimientos que protegen a niños y solicitantes de asilo político”, expresó.