La compañía de concesión de infraestructuras Abertis, la inmobiliaria Colonial y el grupo de mensajería MRW engrosaron ayer la lista de empresas que mudaron su sede fuera de Cataluña debido a la incertidumbre abierta por el plan independentista del gobierno regional.
Los tres traslados fueron confirmados un día antes de que el jefe del gobierno catalán, Carles Puigdemont, comparezca en el parlament en Barcelona para comentar la situación y declarar posiblemente la independencia unilateral de la región.
Abertis, una de las mayores operadoras de autopistas del mundo, aprobó trasladar su sede social de Barcelona a Madrid en un consejo extraordinario mientras “se mantenga la actual situación de inseguridad jurídica generada por la actual situación política en Cataluña”, informó el grupo.
También Colonial aprobó ayer en un consejo de administración extraordinario llevar su sede social a Madrid después de que la agencia de calificación Moody’s advirtiera la pasada semana que la crisis con Cataluña podría devaluar sus edificios.
Ambas compañías figuran en el índice Ibex 35 de la Bolsa de Madrid. Colonial, que había anticipado ya el fin de semana el posible cambio de sede, vio ayer cómo se revalorizaban sus acciones a lo largo de la jornada un 2,60 por ciento.
MRW, entre tanto, trasladó su sede de Barcelona a Valencia, en el este de España, también por la incertidumbre en torno al plan independentista, explicaron fuentes de la compañía a la agencia local Europa Press.
Cataluña sufre una sangría imparable de grandes grupos que están trasladándose a otras partes de España desde que la semana pasada lo hicieran CaixaBank, el mayor banco de Cataluña y el tercero de España anunció el viernes su traslado a Valencia y Sabadell la segunda entidad financiera de Cataluña traslada su domicilio social fuera de la región, a Alicante, para “proteger a la clientela y garantizar la seguridad jurídica que proporciona el marco regulatorio del Banco Central Europeo (BCE)”.
Gigantes como Gas Natural Fenosa, la primera multinacional radicada en Cataluña, una de las más importantes en el sector energético, decidió el viernes mover su domicilio social de Barcelona a Madrid. o el grupo internacional Agbar, matriz de Aguas de Barcelona, adoptaron la misma decisión.
La biofarmacéutica Oryzon Genomics fue la primera en anunciar su salida de Cataluña, dos días después del referéndum soberanista celebrado el 1º de octubre y prohibido previamente por la Justicia, traslada su sede social de Cornellà de Llobregat a Madrid para “optimizar sus operaciones y la relación con sus inversores”.
Una treintena de compañías de referencia tomaron el mismo camino y otras analizan hacerlo. El grupo editorial Planeta, el más importante del mercado en español, acordó ayer cambiar su domicilio social a Madrid si el Parlamento catalán declara la secesión “para proteger los intereses de sus accionistas, de sus empleados y del proyecto empresarial”. Idilia Foods, propietaria de marcas como Cola Cao, Nocilla, Paladin y Okey, podría trasladar su sede social, actualmente ubicada en Barcelona, si los independentistas culminan su plan. A su vez, dos de las grandes compañías catalanas de cava, como Codorníu y Freixenet, también siguen muy de cerca el proceso.
El traslado de la sede social garantiza a las empresas seguir en el espacio del euro en caso de una independencia de Cataluña. Aunque su efecto fiscal es limitado, el impacto simbólico sobre el plan secesionista es considerable.
Por su parte, el gobierno español y los empresarios hoteleros advierten de posibles consecuencias del proceso independentista de Cataluña sobre el turismo de la región, la más visitada de España. El principal país emisor de turistas a Cataluña es Francia, seguido por Reino Unido.
Barcelona es la ciudad más visitada de España. Su puerto recibe cada mes unos 60 cruceros. El Ayuntamiento de Barcelona admite un descenso en el ritmo de las reservas hoteleras en la ciudad para los próximos meses, según desveló el concejal de Turismo municipal, Agustí Colom.