Desde San Pablo
Will Simpson tiene la sonrisa de quien siente que tiene el mejor trabajo del mundo. Este norirlandés de 56 años se ha dado el lujo de trabajar para River y Boca, con trabajos destacados en las factorías DC y Marvel. Pero cuando la obra de George R. R. Martin se convirtió en producto televisivo los realizadores se inclinaron por su trabajo para realizar los storyboards que luego se tradujeron en impactantes momentos visuales de la serie de HBO. “El mayor desafío fue convertir esas increíbles novelas en un show de TV que la gente quisiera ver, y David y DB hicieron un enorme trabajo en trasladar ese mundo”, dice el artista en el encuentro con periodistas de América Latina en el que participó PáginaI12. “Yo traté de mantenerme fiel a lo que George Martin quería contar, sobre todo ahora que estamos adelantados a lo que él escribió. En las primeras temporadas hice el trabajo yo solo, pero en la quinta y sexta fue necesario algo de trabajo externo: a medida que fueron necesarios más efectos visuales hubo un trabajo diferente, se convirtió en un un trabajo más de línea de producción que fue necesario porque se había vuelto más grande, la serie se volvió más y más ambiciosa... muchas locaciones diferentes, muchas preguntas que debían ser respondidas, un trabajo que empezó a involucrar a más gente. Pero en última instancia todo terminaba reduciéndose a este tipo en su box de trabajo en Belfast”.
Simpson es un tipo acostumbrado a poner en papel mundos fantásticos de toda clase, pero tiene clara la clave de todo el asunto: “Para mí la fantasía tiene que ser creíble. Lord of the rings, por ejemplo, es algo absolutamente masivo, abrumador, pero Peter Jackson encontró la clave al entender que disponía de todos estos grandes personajes. Se ha hecho tanta fantasía en el pasado que no podías meterte en ella... tras unos pocos momentos sentías que no podías relacionarte con eso, decías ‘OK, es fantasía’, no sentís que sea un mundo real de ninguna clase”, argumenta. “Lo maravilloso de Game of Thrones es que es una bestia política, es una historia maquiavélica, en la que te metés tan a fondo con esos personajes que das por sentado todo el trasfondo fantástico. Te lo creés. La base es que el mundo que tenés que presentar sea creíble desde el principio. Monstruos, bestias, criaturas, cosas heoricas, encajan si te creés el escenario en el que están. Y es algo que se aplica a los comics. Cuando enseño en el mundo del comic no busco artistas brillantes, busco gente que tenga un estilo, y que consiga que el que lee pueda aceptar ese mundo que están creando, que hagan que quedes inmerso en el universo que te proponen.”