Redescubierta en los 60, elogiada por Hannah Arendt, la obra teatral que el alemán Gotthold Ephaim Lessing había publicado en 1779, Nathan el sabio, habla resueltamente sobre la necesidad de practicar la tolerancia religiosa a través de un argumento que entrelaza las tres religiones monoteístas. Sus personajes principales son un sabio judío, un sultán que termina equiparando las leyes morales del cristianismo y el islamismo y un caballero templario enamorado de una cristiana educada como judía por el propio Nathan, su padre adoptivo. Centrada en el tema de la identidad religiosa y la integración, la obra de Lessing fue estrenada en 2009 por el director alemán Nicolás Stemann. Con el nombre de Nathan!? la obra se presenta desde mañana en el marco del FIBA, en la sala Martín Coronado del Teatro San Martín. Se trata de un montaje elaborado en coproducción entre Suiza, Alemania y Francia, intervenido con textos de la Nobel de Literatura 2004, la austríaca Elfriede Jelinek.
Stemann se formó como pianista y es por esta razón que, según afirma, recrea los textos que elige montar desde una perspectiva sonora. Para este montaje de dos horas de duración contará con un elenco de diez actores. El director ya llevó a escena otros textos de Jelinek: Das Werk (“La obra”); Babel; Die Kontrakte des Kaufmanns (“Los contratos del comerciante”) Die Schutzbefohlenen (una obra que pone en cuestión la política actual para con los refugiados) y Wut (“Rabia”), escrito por la autora austríaca luego de los ataques en París de enero de 2015.
Por su parte, autor de ensayos filosóficos y religiosos, Lessing fue un autor polémico en su época, aún cuando la Ilustración tomaba partido por los enfoques racionalistas. El caso es que los cristianos ortodoxos no aceptaron que el autor se negara a basar la fe en revelaciones divinas y que propusiera una interpretación libre de los textos sagrados. Esto le valió el enfrentamiento intelectual con integrantes de grupos partidarios de un cristianismo dogmático. También, Lessing fue conocido por sus manifestaciones a favor de la tolerancia entre todas las religiones del mundo. Y cuando le fue prohibida la publicación de otros ensayos sobre temática religiosa, el autor dio a conocer su obra Nathan el Sabio, estrenada en Berlín en 1783. Recién con la versión del romántico Schiller, la obra obtuvo aceptación y hasta popularidad. Pero llegado Hitler al poder su representación fue prohibida.
Una pena que Stemann no viajó a Buenos Aires con su montaje. Hay que recurrir a Internet para enterarse de la recepción de su puesta. Las entrevistas al director dan cuenta de su necesidad de “hacer que el texto de Lessing se vuelva audible a los espectadores actuales”, un objetivo que se cumple, al parecer, gracias a las interpolaciones realizadas por Jelinek porque en la tensión que producen radica la actualización del texto de Lessing. Según los críticos, ella incorporó a la obra original, a sus reflexiones éticas y morales, cuestiones relativas al cuerpo, el deseo y la carne. Idealista y antidogmático, el personaje de Nathan defiende la bondad. Pero en el seno de su casa, Jelinek ubicó un sótano, espacio reservado y secreto en el cual se amontonará todo aquello que no cumple su ideal de tolerancia, junto a las formas inconfesables que asume el deseo. Es allí donde la autora introduce el caso del austríaco Fritzl, quien tuvo siete hijos con su propia hija, encerrada en un sótano durante 24 años.
Jelinek también compara la fe con el fervor por el dinero, de modo que en el montaje de Stemann la economía capitalista aparece, junto al cristianismo, el judaísmo y el islamismo, como el cuarto sistema de creencias monoteístas. La crítica habló del montaje como de “un viaje emocionante a través de la historia del mundo, un viaje que va de la antigüedad al idealismo alemán, pasa a través del Holocausto y recorre toda la historia contemporánea, con sus tiempos de guerra y de crisis”. Un recorrido que, finalmente, cuestiona el ideal humanista de Lessing tomando como referencia al violento contexto global del mundo contemporáneo.
* Nathan!?, Sala Martín Coronado, Teatro San Martín. Mañana y viernes 13 de octubre, a las 21. Sábado 14 de octubre, a las 14.