El presidente estadounidense, Donald Trump, volvió ayer a la carga contra los jugadores de la NFL, la liga profesional del fútbol americano. “¿Por qué la NFL recibe masivas exenciones fiscales mientras que al mismo tiempo no respeta nuestro himno, bandera y país? ¡Debemos cambiar la ley de impuestos!”, escribió Trump en un nuevo polémico tuit. De esa manera el magnate volvió a fustigar a los deportistas de la NFL que se arrodillan en el campo de juego durante la entonación del himno nacional en señal de protesta contra la discriminación racial.
Trump dijo que el Congreso debe eliminar una ley que permitió a la oficina central de la NFL evitar el pago de impuestos como entidad sin fines de lucro. La exención fiscal para la NFL fue un punto de controversia durante años, y otros políticos conservadores retomaron la causa en las últimas semanas mientras el presidente repetidamente ataca a la liga por las protestas de los jugadores. Los 32 equipos de la liga son empresas con fines de lucro que por lo tanto pagan impuestos, pero la oficina central se convirtió en una organización sin fines de lucro hace décadas. Sin embargo, tal como informó el medio The Nation, la NFL renunció voluntariamente a la exención de impuestos para su oficina central en 2015. Es decir, el mandatario manejó información equivocada.
No está claro si que le costó mucho dinero a la liga. Si bien la NFL como un todo genera miles de millones de dólares en ingresos al año, la oficina central tuvo un déficit de $ 13.5 millones en el pasado año fiscal, un año antes de la decisión de renunciar a la condición de exención de impuestos. Pero el cambio significó que la liga ya no tenía que revelar lo que le pagó a su comisionado, Roger Goodell.
Trump también dirigió sus ataques virtuales contra Jemele Hill, la conductora de “SportsCenter” en ESPN que anteriormente llamó al presidente un supremacista blanco. Hill fue suspendida el lunes por sugerir que los fans boicotean a los anunciantes de los Dallas Cowboys después de que el dueño del equipo, Jerry Jones, amenazó con dejar en el banco a los jugadores que se arrodillaron durante el himno nacional. “Con Jemele Hill en el micrófono, no es de extrañar que el rating de ESPN haya empeorado, de hecho, tanto que es la noticia de la industria!”, escribió Trump en Twitter.
ESPN enfrentó retos significativos recientemente y ahora está disponible en poco menos de 88 millones de hogares, en comparación con 100 millones de hogares en 2011. En la primera mitad de 2017, su rating en el horario central subió un 1 por ciento en comparación con 2016, aunque el rating del total del día bajó más del 5 por ciento. Pero ESPN sigue siendo altamente rentable.
Joe Lockhart, el portavoz de la NFL, dijo ayer a la prensa que la liga no recibe “exenciones fiscales masivas”, como afirmó Trump. Respecto a las protestas de los jugadores, Lockhart señaló que el manual de operaciones de la liga de 260 páginas no ha cambiado y destacó el lenguaje preciso que rige el momento del himno. Los jugadores, dijo, “deben” estar en los laterales durante la ejecución del himno y “deben” pararse durante el mismo. La liga, sin embargo, “no ha elegido disciplinar a ninguno de los jugadores” que no e haya parado para el himno, sostuvo. Eso podría cambiar la próxima semana, sin embargo, cuando los dueños se reúnan en Nueva York, donde las protestas por el himno estarán en la agenda.
La última falacia de Trump en Twitter se produjo apenas dos días después de que el vicepresidente Mike Pence fuera motivo de comentarios al retirarse de un partido de los Colts después de que varios jugadores se arrodillaron durante el himno nacional. Estas protestas comenzaron cuando Colin Kaepernick se sentó para el himno durante la pretemporada 2016. Los jugadores de San Francisco han participado constantemente en estas demostraciones, y Trump y Pence lo sabían.
Vale la pena señalar que las protestas de los jugadores durante el himno nacional no están destinadas a faltarle el respeto al himno, la bandera o la nación. Los jugadores que protestan lo hacen para aumentar la conciencia acerca de la desigualdad y la opresión que los negros estadounidenses enfrentan diariamente.
La ira de Trump con la NFL es una conveniente distracción por la pobre y tardía respuesta de su administración a la actual crisis humanitaria en Puerto Rico tras el devastador paso del huracán María; a la investigación sobre las conexiones de la campaña republicana con Rusia, su peligrosamente equivocado enfoque para tratar el tema nuclear norcoreano y otros asuntos. Sin embargo, sus mensajes en Twitter contra la liga seguramente continuarán.