La abogada Michelle Suárez, de 33 años, asumió ayer –entre aplausos– como senadora en Uruguay, convirtiéndose así en la primera legisladora transexual del parlamento de ese país. “Cuando a los 15 años decidí plantear mi identidad femenina, jamás pensé que iba a tener la oportunidad de pertenecer al organismo más representativo de la democracia uruguaya”, fueron las primeras palabras de Michelle luego de asumir el cargo, en la sesión realizada en el Palacio Legislativo. La nueva legisladora asumió en reemplazo del comunista Marcos Carámbula y forma parte de la bancada oficialista.
En declaraciones a la prensa, Suárez recordó que en sus años de adolescencia “mis sentimientos eran de saber si iba a poder cumplir 16 años viva”, pero con el correr de los años “la vida me ha dado muchísimas vueltas y me dio oportunidades que jamás pensé que iba a tener”. Esta no es la primera vez que Michelle hace historia en su país, porque en el año 2010 fue la primera persona transexual del Uruguay en obtener un título universitario.
Suárez, que siempre ha sido una activista en favor de los derechos del movimiento LGBT uruguayo, afirmó que va a seguir luchando por los mismos objetivos, desde el Congreso. “Si se quieren ampliar las esferas de derechos y eliminar elementos de postergación, tienen que combatirse una serie enorme de injusticias sociales”, recalcó la senadora en el discurso que pronunció luego de asumir su banca. Agregó que se deben “evaluar correctamente las complejidades que las producen para cambiarlas”.
Su principal desafío es la aprobación de “una ley integral para dar herramientas jurídicas de inclusión efectiva para la población trans”, que según datos publicados por los medios periodísticos locales, reuniría a cerca de 900 personas. El proyecto de ley, del que es coautora, “implica una serie de medidas” para “dar prerrogativas especiales a un grupo vulnerable de la población de forma que puedan sortear los obstáculos para acceder en igualdad a protección y derechos fundamentales”.
“El proyecto distingue entre las personas trans que, por su edad o por la violencia institucional en los gobiernos de facto (1973-1985) o en la primera época de la democracia, no pueden tener una reinserción en el mercado laboral, para los cuales se dispone una prestación de sobrevivencia de unos 11.000 pesos uruguayos”, cerca de 400 dólares, precisó la legisladora. Suárez explicó que la iniciativa supone “que tanto los prestadores de salud públicos como privados tengan como prestación obligatoria todos los cambios físicos que implica una construcción identitaria, ya sean hormonizaciones, reasignaciones de sexo” o “cambios morfológicos”.
Michelle Suárez forma parte del Frente Amplio del presidente uruguayo Tabaré Vázquez. En un reportaje periodístico realizado hace unos años, Michelle dijo que tuvo una infancia feliz porque contó con el apoyo de su familia, pero admitió que su adolescencia “fue difícil”.