Tom Petty nació en un auto que iba a muchas millas por hora, con rock de guitarras a todo volumen, por una autopista del sur norteamericano. Bueno, no fue así: la vida no es perfecta, lo prueba la muerte. Por caso la de Petty, hace unos días. Pero una leyenda como la suya bien podría haber empezado en una autopista de la Florida, ahí donde los caimanes se le atreven al asfalto y los estribillos suenan a huracanes. Leyenda extraña para un prócer rocker extraño, de cara extraña, pelo extraño y canciones de extraña simpleza, que tras su muerte fue despedido por peces gordos de aquí y allá –de Jagger al Indio Solari–, y que nunca tocó en Argentina. ¡Vinieron todos, hasta Peppa Pig, pero nunca Tom Petty!
Ha tenido camionada de hits, pero no vamos a “presentarlo” ahora que acaba de irse. Aunque sí a recordar algunas cosas maravillosas de una carrera de 40 años y 20 discos: canciones sobre chicas, autopistas, desazones y maquillajes, clips con estrellas de Hollywood y en escaleras mecánicas de shoppings, puteadas a los torpedos, el estatus de ícono de las canchas de fútbol (el americano, el de los mariscales de campo y la NFL) y su defensa de los precios cuidados del rock, cuando en 1981 amenazó con rebautizar Hard Promises como The 8.98 Album, ya que la compañía discográfica intentaba venderlo más caro, a 9.98 dólares.
Hasta fue un Traveling Wilbury, lo más cerca que se puede estar de haber sido un beatle. Esa misteriosa aventura supergrupera con sus amigotes Bob Dylan, George Harrison, Roy Orbison y Jeff Lynne generó dos álbumes y, por colectora, una quinta irresistible de colaboraciones, sesiones, cameos y discos solistas, como Mystery Girl, de Orbison; Cloud Nine, de Harrison, y el grandioso Full Moon Fever, que fue el mejor disco de Petty y el primero sin su banda, los Heartbreakers (con los que también grabó discazos, como Into the Great Wide Open). Ironía sin gracia que el líder de los Heartbreakers haya muerto de un ataque al corazón. Aunque, en realidad, el corazón es el instrumento que mejor suena en las canciones de Tom Petty.