Tras haber solicitado una audiencia para acercar posiciones en el conflicto laboral en la fábrica de cosechadoras Vassalli, el ministro de Trabajo provincial, Julio Genesini, y el secretario General de la UOM, Antonio Caló, mantuvieron ayer un encuentro en la sede del secretariado nacional del gremio metalúrgico. De la reunión participaron el presidente del directorio de la empresa, Néstor Girolami, los titulares de la UOM Rosario, Antonio Donello, de Firmat, Diego Romero, y el abogado del gremio, Pablo Cerra. "Se repasaron los temas y se generó un marco con la empresa y la máxima instancia de la representación gremial, queremos ver si podemos producir un acercamiento para lograr una solución", dijo el ministro Genesini. Más allá de los esfuerzos del gremio y la provincia por mantener las fuentes laborales, la empresa sigue jugando al misterio en torno a sus intenciones de reestructurar y desvincular a más de 100 operarios, objetivo que reiteró en la reunión de ayer, pero sin dar mayores precisiones.
Ante la postura inflexible de la empresa, que incluso faltó a dos audiencias previas a las que fue convocada, amenazando con despedir a un centenar de trabajadores de su planta en Firmat, el Ministerio de Trabajo provincial decidió pasar a un cuarto intermedio hasta el 26 de octubre. Con ese margen de tiempo, y con la intención de acercar posiciones entre las partes, el ministro Genesini le pidió la semana pasada una audiencia al titular de la UOM nacional.
La reunión finalmente se concretó ayer en la sede del gremio metalúrgico ubicada en Alsina 447 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Con la firme intención de mantener las fuentes laborales, los referentes gremiales propusieron ir juntos a gestionar Repros ante el gobierno nacional, aunque el directivo de la firma no tuvo en consideración esa instancia. También le pidieron a Girolami que desistieran de tomar acciones contra los trabajadores para evitar un conflicto mayor. "Las posiciones no cambiaron, pero lo importante es rescatar este tipo de reuniones para seguir trabajando", apuntó Genesini.
La situación se descomprimió ayer cuando los operarios terminaron de cobrar parte de los salarios atrasados, en un clima enrarecido porque estaba latente una amenaza de paro en la planta. La medida iba a estar acompañada por un corte de la ruta 33.
Con un procedimiento de crisis en marcha, la empresa suspendió a 14 trabajadores y amenazó con ampliar la cifra. Además, abrió retiros voluntarios y cambió el horario de ingreso a la planta, a pesar de haberse comprometido a no tomar acciones de este tipo cuando recibió a fines del año pasado un millonario crédito blando del Ministerio de la Producción provincial para poder afrontar una severa crisis financiera. Desde la UOM de Firmat denunciaron persecuciones y que todas las acciones de la patronal apuntaban a producir un desgaste de los trabajadores. "Los quieren extorsionar para que se vayan", denunciaron los representantes gremiales.
El presidente del directorio de Vassalli ratificó en la audiencia realizada el pasado 29 de setiembre que "sobraban" 150 trabajadores para que la empresa, que emplea a 500 operarios para fabricar cosechadoras y ensamblar tractores en la planta de Firmat sea productiva y solvente. Si bien habían ofrecido pagar la indemnización al 60 por ciento, luego plantearon que iban a reveer el porcentaje.