-Defiendo mi derecho al beso lésbico. Me resisto cortésmente y en buen tono. Trato de evitar que me detengan.
-Si no consigo impedir que me detengan, intento que se enteren las demás personas que se encuentren en el lugar. Doy mi nombre y el de mi pareja, los grito. Que todos sepan quién soy. Le pido a la gente que se comunique con una cuenta de Facebook y que avisen ahí que me están deteniendo. Una cuenta de Facebook es más fácil de recordar que un número telefónico.
-Una vez que me detuvieron, tengo que pedir que me dejen hacer una llamada telefónica. En algunas comisarías o destacamentos permiten el acceso a un teléfono para llamar y en otros, la policía hace la llamada y luego le pasa el teléfono a la detenida/detenidx. No pueden tomarme declaración sin haberme permitido hacer una llamada. Conviene recordar o tener a mano un número de teléfono que me permita comunicarme con organizaciones que puedan movilizarse por mi libertad y conseguir abogadx rápidamente. O el teléfono de amigx o pariente que pueda poner en marcha esos recursos.
-Si soy lesbiana, travesti, trans o mujer sólo me puede palpar personal femenino y únicamente sobre la vestimenta.
-No me pueden obligar a desnudar en dependencia policial. Si me obligan a desnudarme y no consigo evitarlo, tengo que informar a toda persona que ingrese a verme al calabozo (médico legista, abogadx, visita) que me obligaron a hacerlo. Es importante que quede asentado en todos los lugares que sea posible.
-Si me quieren hacer firmar algo, hacerlo únicamente ante abogadx de confianza. Hay que evitar firmar todo aquello que no se pueda leer o no se pueda comprender. Si no me queda otra opción que firmar, porque las presiones son muy fuertes, tengo que agregar la frase “En disconformidad”. Si no puedo agregar esa frase, impugnaré cuanto antes el documento -acompañadx por abogadx- ante el juzgado o la fiscalía.l
Información: Lisandro Teszkiewicz, abogado defensor de Mariana Solange Gómez