Tres chefs argentinos fueron distinguidos este fin de semana entre los mejores 100 del mundo. Se trata de Mauro Colagreco, Agustin Balbi y Gonzalo Aramburu, quienes ocuparon los puestos 31º, 46º y 89º, respectivamente, del ranking de The Best Chefs Awards 2023, que se celebró este fin de semana en la ciudad mexicana de Yucatán. El primer lugar fue para el español Dabiz Muñoz, quien tiene su restaurante DiverXO en Madrid.

The Best Chef  Awards se entregan desde 2017, y desde la organización destacan que su objetivo es "celebrar a los muchos chefs talentosos que crean las mejores experiencias gastronómicas en todo el mundo"; distinguir a quienes sean "modelos a seguir" para las nuevas generaciones y generen "un impacto social positivo a través de su cocina". Del evento participaron cocineros de todos los continentes mientras que la degustación y votación estuvo a cargo de 180 especialistas del sector gastronómico

Aramburu es el único de los tres argentinos que tiene su restaurante en el país. Con Aramburu, que abrió en 2006 en Monserrat y luego mudó a Recoleta, se ubicó en el puesto 89 de los 100 mejores chefs. Allí ofrecen una experiencia gastronómica que refleja la cocina latinoamericana en un menú de degustación de 12 o 17 platos

Gonzalo Aramburu tiene su restaurante en Recoleta. (Imagen: The Best Chef Awards)

"Cada plato se prepara en una cocina de planta abierta donde los invitados pueden presenciar el dominio en el trabajo", apunta Aramburu, que antes de tener su propio restaurante trabajó en cocinas de reconocidos chefs como el español Martín Berasategui, el francés Daniel Boulud y el estadounidense Charlie Trotter, donde sus platos ganaron un "carácter onírico", según lo describen en la web de los premios.

"Cuando comencé esto era algo muy chico, con solo tres personas trabajando. En ese momento, el barrio de Montserrat era prometedor (estaba Paul Likan, Fred y Fahler, Alejandro Vigil con sus vinos)", dijo. "Lo abrimos con muy poco”, agregó y remarcó que “aunque al principio no vino mucha gente, el boca a boca fue esencial”.

Gonzalo cocina menúes de pasos para brindar una experiencia gastronómica. Imagen: Instagram

Colagreco, en tanto, se ubicó unos puestos más arriba, en el puesto 31, con Mirazur, su restaurante de la riviera francesa que cuenta con tres estrellas Michelin. "Es una forma de vida, una forma de pensar y vivir con la naturaleza en el centro de atención. La cocina del chef Mauro va más allá de estaciones y regiones; es un reflejo de su coraje y visión", describen en la web de los premios.

Y destacan que uno de los ingredientes "más valiosos" de su cocina es "el tiempo y el ciclo de la naturaleza". "Mauro es un chef sin fronteras, en constante movimiento, buscando la perfección en toda su sencillez", culminan.

Mirazur, el restaurante de Mauro Colagreco en Francia, tiene tres estrellas Michelin

Al respecto, Colagreco, que en 2022, fue nombrado Embajador de Buena Voluntad para la Biodiversidad de la UNESCO, destacó: “Desde mi llegada a la Riviera francesa, traté de trabajar en armonía con la tierra y el ecosistema de nuestra región". 

"Tengo la suerte de tener cinco jardines biodinámicos que son una fuente constante de inspiración para nuestras creaciones culinarias: nuestros jardines marcan el ritmo”. 

El restaurante de Mauro Colagreco tiene tres estrellas Michelin. Imagenes: Instagram

Balbi, en tanto, se ubicó en el puesto 46, y triunfa con sus platos en Asia. Dirige la cocina de Andō, ​​en Hong Kong, donde combina influencias de la cocina japonesa y española, con el que ganó una estrella Michelin

Sus primeros pasos en la cocina los dio con su abuela cuando era adolescente, luego estudio en The BUE Trainers, institución gastronómica de Ezeiza, y trabajó en Buenos Aires con el chef francés Thierry Pszonka. Vivió en Estados Unidos, donde trabajó con el chef Scott Boswell en su restaurante Stella, pero su influencia más significativa llegó durante los cinco años que pasó en Japón

Agustín Balbi es un apasionado por la cocina japonesa Imagen: The Best Chef Awards

"Mi estancia en Tokio realmente transformó mi forma de cocinar", contó, y explicó que el tiempo que pasó en Japón lo ayudó a desarrollarse como chef y como persona, porque empezó a mirar la comida con ojos de artesano, a prestar más atención a los detalles y a centrarse en complacer a la gente con sus platos.

Sus platos remiten a las enseñanzas a influencias de sus maestros cocineros

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