“Había personas analfabetas que con el proyecto encontraron un lugar de disfrute y aprendizaje. Trabajar con la tierra es sanador, ver cómo crece una planta, el cuidado de la vida.” María Marta Bunge, quien pronunció ayer esa frase, es la coordinadora del programa de educación en cárceles Reverdecer, que lleva adelante la Facultad de Agronomía de la UBA. La institución denunció el “desmantelamiento” del programa y un “avasallamiento a la educación en contexto de encierro en el Complejo penitenciario de San Martín”. Reverdecer funciona desde 2012 y por sus actividades pasaron más de 400 detenidos, más de un centenar de estudiantes y profesores. El Servicio Penitenciario bonaerense resolvió darle fin después de que se fugaran tres internos del penal, un hecho por el cual fueron apartados seis guardias.
Bunge, que coordina el proyecto desde su inicio, explicó a PáginaI12 que fue desmantelado “por un hecho aislado” que ahora le quita la posibilidad de seguir educándose a los detenidos que participan y han participado de las actividades y capacitaciones en jardinería, huerta, producción de plantas ornamentales, cría e incubación de aves, expresión creativa, decoración de macetas y prácticas restaurativas, entre otras.
La excusa para cerrar el programa fue la fuga que se produjo el pasado 23 de septiembre. Los tres internos que se escaparon (había un cuarto pero no pudo huir) lo hicieron un sábado en el horario de visita, simplemente con una soga y un gancho sortearon el muro perimetral. Por supuesta connivencia, seis miembros del Servicio Penitenciario fueron apartados de sus funciones.
Bunge cuenta que, sin mayores explicaciones, las nuevas autoridades del penal le dijeron que el programa no continuaría dictándose en la unidad 47 –donde se produjo la fuga–; mientras que en la unidad 48 sí continúan las actividades del proyecto. Los penitenciarios vaciaron el invernáculo, entregaron las gallinas al INTA y desarmaron los espacios educativos y de formación para el trabajo.
La semana que viene desde la facultad tendrán una entrevista con el interventor del Servicio Penitenciario provincial. El penal, por ley, debe cumplir con tareas de reinserción de los detenidos. Por si fuera poco, el penal no gasta plata con el programa; la Secretaría de Políticas Universitarias puso este año 40 mil pesos para gastos de materiales.
El año pasado se terminó de construir un aula universitaria en el espacio de Régimen Abierto de la Unidad 47, en el cual se dicta el Plan Fines (para terminar la primaria o secundaria de modo semipresencial), además de distintos talleres. Dos estudiantes que pasaron por Reverdecer, luego de la experiencia, decidieron comenzar a dar clases en el Fines: “Es uno de los impactos positivos que genera el programa”, dijo Bunge.
“Las instituciones y sus estudiantes se benefician porque hacemos educación popular”, agregó. Todos los miércoles por la mañana, durante tres horas o más, estudiantes y profesores compartían con los detenidos los distintos espacios al aire libre del programa. Allí, además de tener clases prácticas y teóricas, conversaban sobre lo que pasaba afuera, la angustia que padecían muchos por estar lejos, espacial y temporalmente, de sus familias. “Humanamente es muy enriquecedor, se dialoga con otros códigos, hay otras formas de intercambio.”
Lo producido por los detenidos en la huerta y demás espacios de Reverdecer se comercializa en la feria de la facultad y lo recaudado se deposita por expediente en cuenta judicial, con un porcentaje del 80 por ciento para los alumnos internos.
Pablo Rush, secretario de Extensión de Agronomía, evaluó como “muy positivo” el programa de educación en contextos de encierro y destacó que la extensión es uno de los pilares de la universidad. “Nos interesa tener contacto con diferentes comunidades para abordar diferentes temáticas con problemáticas diversas en distintos territorios”, dijo Rush.
“Queremos volver, es necesario defender el derecho a la educación –concluyó Bunge–. Creemos que no tiene nada que ver con nuestro trabajo lo que sucedió, que nuestra tarea les hace bien a los detenidos y a la cárcel.”
Informe: Gastón Godoy.