La actividad económica cayó 0,7 por ciento en septiembre respecto de igual mes de 2022, según informó Indec. El EMAE retomó así su tendencia contractiva verificada entre abril y julio, y que había sido interrumpida por un leve crecimiento en mayo. Respecto de agosto no hubo variaciones en este indicador mientras que en los primeros nueve meses del año marcó una retracción de 1,6 por ciento versus igual período del año anterior.
La principal incidencia negativa sobre la actividad provino del sector industrial, que retrocedió 3,6 por ciento interanual en el mes, y del comercio mayorista y minorista, que anotó una caída del 1,1 por ciento. Entre ambos restaron 0,7 puntos porcentuales a la variación interanual del EMAE, mientras que otros once sectores de la actividad registraron subas en septiembre. Entre ellos se destacan la pesca (8,9 por ciento interanual) y la electricidad, gas y agua (7,2 por ciento). El sector de explotación de minas y canteras (6,1 por ciento interanual) fue el de mayor incidencia positiva en el comportamiento del EMAE, seguido por actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler (1,4 por ciento respecto a septiembre de 2022).
Se evalúa que en septiembre tanto la industria como el comercio acusaron el efecto de la suba de precios derivada de la devaluación oficial luego de las PASO de agosto. La inflación minorista promedio el 12,6 por ciento mensual en el bimestre agosto-septiembre. Tanto los precios como la actividad se resintieron, los proveedores demoraban en entregar mercadería porque los valores en las listas quedaban desactualizados. En tanto en octubre, tanto la inflación minorista como mayorista desaceleró, ubicándose en el terreno del 8,5 por ciento promedio. Pero es difícil atisbar si esto traerá consecuencias positivas sobre la actividad dado el creciente clima de incertidumbre provocado por las elecciones.