Camilo Kahale escucha a Javier Milei hablar de una apertura indiscriminada de las importaciones y no puede evitar recordar lo sucedido durante los años del menemismo. Con esa memoria histórica, advierte que si el libertario cumple con sus promesas habría un “genocidio industrial” que tendría como consecuencia una “explosión de desocupación”. En diálogo con Buenos Aires/12 analiza el futuro inmediato y advierte que cualquier decisión del nuevo gobierno pide que las PyMEs sean tenidas en cuenta y no se siga escuchando solamente “a los formadores de precios”.
Kahale es el titular de la Federación Económica de la provincia de Buenos Aires (FEBA), que nuclea a más de 250 cámaras de comercio, de la industria y de la construcción. También está al frente de la Cámara de Comercio de Lomas de Zamora y, además, es el vicepresidente de la Cámara de la Mediana Empresa (CAME). “Si abre las importaciones, ¿de dónde sale los dólares para comprar los insumos si dijo que no hay plata?”, se pregunta.
El dirigente industrial tiene la premura a lo largo de la charla de convocar a un escenario constructivo, “con una oposición responsable”, y aguardar al momento en que las medidas anunciadas por Milei se apliquen. Pero sobre una premisa no duda: “Si no fuera por la ayuda del Estado no habría economía minorista luego de la pandemia”.
—Milei repitió durante su campaña que quiere abrir las importaciones para que no haya regulaciones sobre el mercado. ¿Cómo afectaría la medida a las PyMEs?
—Ya lo tuvimos en la década del ’90 cuando hubo un genocidio industrial. Los grandes formadores de precios se pusieron una oficina para importar y exportar. Ojalá que esto no suceda, y que con los dólares que tengamos alcance, pero también sumar más con exportaciones de minerales, generarle valor agregado. Él dice que no hay plata, entonces si abre las importaciones no sé de dónde saldrá la plata para comprar lo importado. Así que, si hace esto, el resultado lo veremos. Lo que sí, nosotros estamos a favor de la industria nacional y de las economías regionales.
—¿La misma consecuencia tendría el freno de la obra pública?
—Si eso pasa, habrá mucha desocupación. Si no hay obra pública y nadie invierte, va a haber mucho desempleo. La verdad que no sé cómo va a hacer. A simple vista es un modelo, pero si yo fuera Presidente y hay, por ejemplo, un paso bajo nivel haciéndose y el contrato está firmado lo tengo que terminar y después ver cómo sigo.
—¿Se refiere a alguna obra en particular?
—Yo soy de Lomas de Zamora. Acá en Temperley se está construyendo un paso bajo nivel lindero a la estación de trenes donde transita mucha gente porque es una estación de trasbordo, y que conecta ambos lados y eso potencia el comercio. Si eso no se termina hace mucho mal. No hay que cerrarse tanto y no creo que pueda hacerlo porque va a tener problemas. Habla de darle Aerolíneas Argentinas a los empleados. ¿Va a hacer una cooperativa?
—También se habla de una devaluación. ¿Eso cómo afecta?
—Esperemos que se dé cuenta por donde pasa la producción, el pleno empleo, y pueda escuchar a las PyMEs. Hay que esperar y ver qué pasa. Las PyMEs somos las que dan más empleo, y no tenemos una pertenencia política y partidaria. Pero lo importante ahora es actuar sobre los formadores de precios. Ayer aumentaron un 40 por ciento, no pueden especular así. El viernes una golosina valía cien pesos y hoy vale cuarenta. Los formadores de precios son los que echan gente cuando quieren.
—¿Y si se devalúa?
—Esperemos a ver si hay. Él habla de que tiene que ordenar las Leliq porque si no habrá una hiperinflación. Esperemos a su programa y ver si lo implementa. Yo no soy economista, lo tendrá que ver él como resolverlo.
—Milei sostiene que el Estado directamente no debe intervenir en el mercado.
—Nosotros estamos acostumbrados a quejarnos siempre. Pero siempre digo que hay que participar y ocupar los lugares, si no, solo se critica. En pandemia sufrimos horrores y en el comercio minorista perdimos 40 mil comercios, y los que quedaron en vida fueron ayudados por el gobierno. Y luego hubo una recuperación, lo que hace que hoy no haya persianas bajas.
—¿Qué hizo el Estado para solucionar esos problemas?
—Si no fuera por ayuda del estado que pagó el 50 por ciento del sueldo, no habría comercio minorista y no habría industria. Milei no puede decir que el Estado no estará presente en nada. Va tener que ir al Congreso para sacar las leyes que respalden sus ideas. El pueblo lo votó, aunque hay incertidumbre. Él dijo que venía con la motosierra y hoy no se ve. En campaña hay una estrategia, pero ahora va a tener que analizar y saber que gobierna la República Argentina y que no es fácil. Piensa en ocho ministerios, pero tendrá que aprobarlo en Congreso, por ejemplo.
—¿Está de acuerdo con una posible dolarización de la economía?
—No. El país tiene que tener Banco Central y su moneda fuerte. Después de la crisis del 2001 tuvimos 18 monedas, pero eran nuestras, y sirvió para salir. Tenemos que hacer fuerte el peso, con más producción, política y consenso. Si estamos con la misma grieta de antes, hables con quien hables no va a caminar la cosa. Que tenga dialogo y acepte con los mejores hombres.
—¿Ves en Milei alguien dialógico luego de sus sucesivos exabruptos durante la campaña?
—Paso en todas y entre todas las fuerzas. Se trataron bastante mal en el debate ambos candidatos, pero después terminó el debate, ya es presidente y necesita formar un gobierno. Hay que recordar que no tiene un partido político y tiene la libertad de elegir a los mejores. Sergio Massa hablaba de un gobierno de unidad nacional, espero que el presidente electo lo pueda hacer. Ojalá que los legisladores estén a la altura de la circunstancia y puedan acompañar las leyes que necesita este país. Tienen que estar todos juntos.
—¿Qué leyes?
—Hay que bajar la presión impositiva en las pequeñas empresas y también pensar en una reforma laboral que no salga ocho millones de pesos echar alguien que contraste por cuatro meses y no funcionó.
—Pero si abre las importaciones y empiezan a cerrar empresas y a eso se le agrega la facilidad de despidos, el escenario es muy duro, ¿no?
—Por eso hay que ir viendo que hace. Nosotros creemos que hay que hacer una reforma tributaria que permita incluir a todos y no que el 50 por ciento del comercio sea en negro. Si sigue como veníamos y encima te suben las tarifas, se sacan los subsidios, es difícil. Pero no es lo mismo hablar antes de ser presidente que al serlo cuando te encontrás con la realidad.
—Mencionó la posibilidad de que sume a los mejores, y quien lo acompaña es Mauricio Macri, quien presidió el país cuando cerraron 25 mil PyMEs, ¿qué piensa?
—Creo que va a aprender de sus errores. No creo que un ex presidente haga lo mismo que hizo y que le costó perder en 2019. Si hace lo mismo en dos años y también en cuatro la gente votará. Nadie es dueño de los votos, eso está cambiando siempre, y los votos se van disputando.