Los nueve gobernadores de Juntos por el Cambio y el jefe de Gobierno electo le marcaron la cancha al presidente electo Javier Milei: por un lado, le advirtieron que puede "garantizar la gobernabilidad", pero por el otro le indicaron que esperan que los consulte para aquellas decisiones que puedan afectar la gobernabilidad en su provincia: esto es, los cambios en los fondos federales, como por ejemplo los fondos para obras públicas que Milei dijo que pensaba recortar. En el encuentro de la Liga de Gobernadores de Juntos por el Cambio coexistieron posturas más blandas con Milei, como la del mendocino Alfredo Cornejo, y otras más duras.
El encuentro de los 10 mandatarios fue en la Casa de Mendoza, y fue el primero después del pronunciamiento que había hecho después de las elecciones generales: en esa oportunidad, se habían desmarcado de la estrategia del ex presidente Mauricio Macri y se habían declarado prescindentes en la ballotage. Una vez confirmada la victoria de Milei, dejaron en claro que el presidente electo no cuenta con gobernadores propios: no es algo que Macri le pueda prestar. De hecho, piensan ser su propio polo de poder dentro de la oposición.
El cónclave
El encuentro tuvo asistencia perfecta. Estuvieron los radicales Cornejo, Gustavo Valdés (Corrientes), Carlos Sadir (Jujuy), Leandro Zdero (Chaco) y Maximiliano Pullaro (Santa Fe); los del PRO Ignacio Torres (Chubut) y Jorge Macri (CABA); y también Marcelo Orrego (San Juan), Claudio Poggi (San Luis) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos). También estuvo presente el gobernador saliente Gerardo Morales, titular de la UCR, quien tiene una postura más dura con respecto a Milei.
No hubo ningún emisario de Milei, aunque su futuro ministro del Interior, Guillermo Francos, ya había tenido conversaciones con varios de ellos. No obstante, lo que encendió la reunión fueron las declaraciones de Milei en las que dijo que se iban a cortas las obras públicas, incluso aquellas que ya están en curso.
Incluso antes de entrar, Pullaro lo atendió por ese motivo: "Tenemos muchas obras que se necesitan en las distintas provincias. Santa Fe necesita rutas: somos una provincia productiva. Tenemos puerto, campo, industria. Y Santa Fe es una provincia que le ha aportado mucho al país y ha vuelto muy poco". Por su parte, Torres remarcó que "la coparticipación no se va a quitar. Es imposible. El volumen parlamentario nos da dos herramientas: para acompañar medidas beneficiosas para la Argentina, y otra: un músculo político para poder poderle freno a cualquier iniciativa que atente contra el federalismo y contra lo que consideramos que no está bien para la Argentina". El acompañamiento y el freno. La zanahoria y el garrote para Milei.
Más amable, Cornejo consideró que “la Argentina tiene necesidades de reformas económicas fuertes”. No obstante, destacó: “Pero las reformas tienen que tener consenso político y el consenso hay que construirlo y conversarlo”.
El documento
El texto que consensuaron y firmaron los gobernadores electos le dedicaron un párrafo especial a esto: “Pretendemos ser también tomados en cuenta por el gobierno electo a la hora de definir políticas que afecten a la gobernabilidad de nuestros distritos. No hacerlo lleva a cometer graves errores como la determinación del candidato a presidente del oficialismo, Sergio Massa, respecto a modificaciones en la política tributaria que afectaron severamente los recursos de las provincias”, fue la advertencia que le destinaron a Milei.
De paso, le adelantaron un reclamo: que les compense a las provincias los fondos que dejaron de llegar cuando Massa reformó el Impuesto a las Ganancias. En ese punto, convergieron con los gobernadores peronistas en un reclamo al actual presidente Alberto Fernández: “Suscribimos el pedido de los gobernadores del Norte Grande para que el actual mandatario en ejercicio, Alberto Fernández, firme un decreto de manera urgente compensando parcialmente esa detracción de fondos coparticipables”. Dicho de otra forma: quieren que les devuelvan esa plata antes de que llegue Milei con la motosierra.
En este punto, no dejaron de volver a advertirle a Milei que va a necesitar de su ayuda en el Congreso: "Los bloques legislativos de Juntos por el Cambio serán determinantes en la próxima gestión nacional".
La zanahoria
Estos fueron los puntos más ríspidos del documento, que intentaron ser compensados por el sector más dialoguista de Cornejo con otros puntos en los que advirtieron que reconocen que "los argentinos han elegido un cambio de modelo de país, luego de años de grandes retrocesos económicos, sociales e institucionales". Y le plantearon que buscarán tener una "estrategia política común" en el Congreso.
Pero la zanahoria no viene sin el garrote: "Nuestra decisión es la de contribuir a la gobernabilidad en la argentina, pero también sabemos que nuestro rol es controlar la gestión del futuro gobierno", advirtieron. Nada de cogobierno por parte de los gobernadores de Juntos por el Cambio.
Esto incluye a Jorge Macri, que viene teniendo sus propias conversaciones con el futuro gobierno nacional por dos temas: 1) las protestas callejeras que caerán mayormente en su jurisdicción, 2) los fondos de coparticipación que la Corte Suprema ordenó devolver a la Ciudad y que Macri espera que Milei entregue de inmediato. No hacerlo recrudecerá las relaciones con el jefe de Gobierno electo.
También mandaron un mensaje hacia adentro de lo que fue la coalición opositora: dijeron que buscarán "ordenar internamente a Juntos por el Cambio".
De hecho, la forma de presionar y negociar desde el Congreso con Milei es la de una fuerza política separada de La Libertad Avanza, una estrategia completamente distinta que la que viene llevando el ex presidente Macri, quien busca aportarle dirigentes al gobierno de Milei y ayudarlo a avanzar con las leyes y las propuestas que plantea. En cambio, los gobernadores dejaron en claro que tendrán su propia baraja de cartas y que van a "jugar en todas las mesas", como afirmó Valdés: “Vamos a jugar en todas las mesas: en el Congreso, con Francos, y con el nuevo Presidente. En todos lados”.
Y mejor no hacerlos enojar, le faltó agregar, porque Milei no tiene gobernadores propios.