En medio de la reconfiguración del mapa de relaciones internacionales de la Argentina tras la victoria de Javier Milei, siguen sumándose dirigentes a la ceremonia de asunción del Presidente electo, el próximo 10 de diciembre. El más reciente fue el mandatario chileno Gabriel Boric, quien dio una señal de cara al futuro del vínculo bilateral al nombrar a un defensor de la agenda de derechos humanos como embajador en el país. También serán las ausencias las que marquen el tono de la inserción argentina en el esquema mundial, con una lista de jefes de Estado que ya descartaron concurrir a la toma del poder por parte del libertario. Allí destaca la figura del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien manifestó que no concurrirá a la ceremonia. La relación es especialmente tensa con China y Brasil, los dos principales socios comerciales del país, a quienes Milei denostó durante la campaña presidencial. En tanto, la futura canciller Diana Mondino evalúa nuevos nombramientos en la cartera.

Durante la conversación, Biden y Milei intercambiaron ideas en torno al potencial argentino en la producción de energía y alimentos y acerca del conflicto entre Israel y Hamas, según señaló Mondino. Asimismo, confirmó que el mandatario estadounidense no viajará a Buenos Aires para la ceremonia de asunción por cuestiones de agenda. Se trata de la ausencia más resonante de cara al acto que encumbrará al líder de La Libertad Avanza como Presidente, en virtud del alineamiento que propone la nueva gestión. Como contraca del demócrata, el republicano Donald Trump felicitó el martes pasado a Milei por el triunfo y auguró que "hará grande a la Argentina".

En la jornada de ayer también recibió el llamado del canciller británico David Cameron; el mandatario ucraniano Volodimir Zelenski; y la presidenta peruana Dina Boluarte, que confirmó su asistencia, previa consulta con el Congreso local. A esa nómina, se suma una videollamada con el expresidente de Brasil Jair Bolsonaro, quien también estará en Buenos Aires el 10 de diciembre.

A pocos días del cambio de gobierno, la política internacional de Milei ya se perfila muy distinta a la que mantuvo Alberto Fernández. Mientras el Presidente saliente defendió el multilateralismo y la cooperación con países de distinto signo político; el líder libertario procura estrechar vínculos con gobiernos afines en detrimento de relaciones potencialmente provechosas para el país. En ese enfoque se inserta la tensión con los dos principales socios comerciales de Argentina: Brasil y China. 

El flamante Presidente aseguró que dejaría de comerciar con ambos países por tratarse de "dictaduras comunistas". En ese marco, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Mao Ning, le advirtió al Gobierno entrante que "sería un grave error de política exterior para Argentina cortar los lazos con países importantes como China o Brasil". Al parecer, las palabras de Mao surtieron efecto y un día después del anuncio, Mondino recibió al embajador chino en la Argentina, Wang Wei, en el búnker del hotel Libertador y lo invitó a la asunción. “No vamos a romper relaciones con ningún país, ni siquiera afectar relaciones diplomáticas", sostuvo Mondino este miércoles, en franca contradicción a lo propuesto por el Presidente electo en campaña.

Quien sí confirmó su presencia fue su par chileno. "El Presidente representa al Estado de Chile y, como se ha hecho siempre, va a asistir. Y esto es un estándar que el Presidente tiene para todos los casos", dijo la ministra de Gobierno del país trasandino, Camila Vallejo. En la conversación que los mandatarios tuvieron esta semana, Boric le aseguró a Milei que pondría por delante "el bienestar de ambos pueblos" a pesar de las diferencias ideológicas.

Este miércoles, el jefe de Estado chileno designó a José Antonio Viera-Gallo como embajador en Argentina. Será la segunda vez que el abogado y dirigente del Partido Socialista ejerza esa función, tras ser funcionario de Michelle Bachelet entre 2015 y 2018. Es, además, todo un mensaje en las relaciones con el futuro Gobierno argentino debido a su militancia por los derechos humanos. En 2008, como secretario general de la Presidencia, Viera-Gallo fue uno de los autores de la ley de tipificación de los delitos de genocidio y lesa humanidad en el Código Penal chileno. Fue además subsecretario de Justicia de Salvador Allende e impulsor del juicio al exdictador Augusto Pinochet.

Embajadas

Por otra parte, los próximos días serán clave para terminar de diagramar el tablero de representaciones argentinas en el exterior. Para la embajada en Estados Unidos suena el nombre de Gerardo Werthein, expresidente del Comité Olímpico Argentino. Juan Nápoli, en tanto, pidió la embajada ante España, aunque podría ser enviado a la Unión Europea. Mientras que como su jefe de Gabinete, Mondino nombró a Federico Barttfled, exembajador en Singapur, quien se puso en contacto con el equipo del canciller actual Santiago Cafiero para empezar la transición.