Pese al continuo interés de Javier Milei pero, sobre todo, de Mauricio Macri, los clubes de fútbol le volvieron a decir que no al ingreso de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD). Ocurrió en la Asamblea General, en la cual los dirigentes ratificaron la posición del presidente de la AFA, Claudio Tapia, de no modificar el estatuto para permitir la privatización de los clubes. 

Aunque se habló de un plebicito, en esta oportunidad no hubo votación. Representantes de 45 clubes -tanto de la Liga Profesional como del ascenso- se acercaron a la sede de la calle Viamonte para llevar a cabo la Asamblea General. Tapia aprovechó el mitin para posicionarse en contra de las SAD y fue allí donde los dirigentes respaldaron la postura del mandamás del fútbol argentino. Es el mismo mensaje que enunciaron, semanas atrás, cuando sobrevoló la idea de Javier Milei de fomentar el acceso de capitales extranjeros a los clubes. 

A los dirigentes no les llamó la atención la única ausencia de los asambleistas. Se trató de Talleres, el club cordobés que levantó la bandera del silencio cuando todo el fútbol se posicionaba contra las Sociedades Anónimas Deportivas. A la T la conduce Andrés Fassi, quien si bien en los papeles se presenta como el presidente del club, en los hechos ejerce como un inversor privado que vive arriba de los aviones y que maneja la institución a la distancia mediante videollamadas y grupos de Whatsapp. 

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