“Todo lo que pueda estar en las manos del sector privado va a estar en las manos del sector privado”, declaró Javier Milei el día de la soberanía nacional. Profundizando sobre su política de privatizaciones, indicó que ese es el plan para la petrolera YPF, aunque aclaró que “primero hay que recomponerla”

Para “recomponer” la empresa ya se anotó un hombre del grupo Techint de Paolo Rocca, empresario que apoyó a Milei en el ballotage, presionando en la UIA para evitar un pronunciamiento de los industriales por Sergio Massa. Según trascendidos, Claudio Marín, hombre que lleva 35 años trabajando en la Tecpetrol --petrolera del grupo Techint--, sería el nuevo CEO de YPF que nombraría Milei. Vale mencionar que Tecpetrol opera en Vaca Muerta y recibe muchos contratos de YPF, empresa que a partir del 10 de diciembre, manejaría a través de Marín.

El control de YPF por parte del Estado buscó sostener los objetivos de maximizar la rentabilidad y de evitar el vaciamiento de reservas que llevaba adelante Repsol para expandirse internacionalmente, tal como señalamos en una nota previa a su expropiación. El costo de dicha medida vino de la mano de juicios internacionales que derivaron en una indemnización negociada a Repsol de 5 mil millones de dólares

A esa cifra relativamente razonable se sumó recientemente un reclamo buitre estrafalario de unos 16 mil millones de dólares avalado por una jueza norteamericana. Ese litigio se inició con el argumento de que el Estado argentino no ofreció la compra del resto de las acciones, como planteaba el estatuto de la empresa a la hora de la expropiación. 

El fondo buitre Bulford compró los derechos de litigar de accionistas menores que no alcanzaban el 25 por ciento de las tenencias accionarias, y los llevó a un tribunal amigo en EE.UU. para pedir una indemnización que triplica la pagada a REPSOL

La jueza exigió como garantía del pago que Argentina entregue el 51 por ciento de las acciones que tiene de YPF, mostrando el arte buitre de quedarse con el control de la principal empresa petrolera de la Argentina sin poner un dólar. Como las acciones del Estado de YPF valen menos que la estrafalaria sentencia de la jueza, también pidió que Argentina entregue los derechos a cobrar a Paraguay por Yaciretá de los próximos 30 años.

La operación buitre para quedarse con YPF y, por su intermedio, con gran parte de las riquezas de Vaca Muerta colisionan no sólo con los intereses de Tecpetrol, sino también con los de otros fondos internacionales que esperaban quedarse con la petrolera estatal a cambio de brindar fondos para el proyecto de dolarización. 

El proyecto de Emilio Ocampo y Roberto Cachanosky de constituir un fideicomiso con, entre otras, las acciones estatales de YPF como garantía para buscar fondos para la dolarización que desarrollamos en otra nota, era un esquema armado para que algunos fondos financieros internacionales se quedaran finalmente con el control de la petrolera. Queda claro que abierta la puerta por el triunfo libertario para el saqueo del patrimonio nacional, empezaron los empujones entre grupos locales y externos por quién entra primero y se lleva nuestra petrolera.

@AndresAsiain