Ahí afuera está la “Memoria”. Salir a contarla. No dejes que te la roben, que te la pisoteen, que te la ensucien. La imagen penetra, abre, perfora. Hay algo subversivo en ella. Se explica por la naturaleza misma del poder asesino. Como diría Adorno, después de tanta muerte ya no queda poesía en el aire, ni belleza, ni piedad en pie. Diego, aferrado a la copa, lo sabía. “¿Te acordás Negro de aquel momento con Videla?”, me dijo una vez en España. “Qué momento ese. Como duele. Esos milicos asesinos nos abrieron la Rosada para ventilarla y limpiarse la sangre con nosotros”.
Se refería al recibimiento que la dictadura militar nos “diseñó” como campeones del mundo Juvenil, mientras la Comisión de Derechos Humanos de la OEA investigaba en el país la desaparición forzosa de personas. Se sabe que la prueba definitiva del éxito de una idea es que condicione la vida de los que no creen en ella. Por eso Javier Milei y Victoria Villarruel no dejan de negar el genocidio. Por aquellos tiempos algunos “maestros” de la economía estaban de moda. Milton Friedman y su esposa Rose, asesores de las dictaduras chilena y argentina, publicaron en la primera parte de los años ochenta un librito titulado “La tiranía del statu quo”. La idea central sostiene que un Gobierno debe ejecutar la parte más importante de lo que pretende en los tres, seis o como mucho nueve primeros meses de su mandato.
Luego se impone la tiranía del “status quo”. La pareja de economistas consideraban que si un Gobierno no aprovechaba la oportunidad de actuar con firmeza durante ese periodo, que no pretenda tener una segunda oportunidad. Milei lo sabe. Nos dejó varias “perlitas”: “No hay plata”. “Obra pública cero”, y situó el lifting renovado del país entre los 18 y los 24 meses. Desengáñese. El sado austericidio se viene con todo. El acrónimo que el Observatorio de la RAE acaba de incorporar como concepto de “suicidio por austeridad” o “austeridad suicida”, será implementado con rapidez. ¿Lo quiere conocer? Dese una vuelta por Grecia. O lea el informe de la Comisión Europea pidiendo perdón por la austeridad suicida y salvaje que aplicó a los países del sur de Europa en la crisis financiera internacional de 2008, que provocó una de las recesiones más inhumanas y más empobrecedoras que el continente recuerde. No hay intención de convencer a los ya convencidos, pero las medidas de ajustes libertarias volarán por los aires como carozos de aceitunas.
Como un Cristo descendido del madero bajo el “elegido”, bien trajeado, cortado por el mismo patrón del sastre neoliberal de siempre, aunque él se defina como un paleolibertario bajo en calorías. En fin. Ya sabe. Palabrería barata para entrar de lleno en la modernidad. Su programa económico no será muy diferente al de Martínez de Hoz, Menen o Mauricio Macri, ahora asesor del nuevo presidente (el zorro cuidando el gallinero) que regresa como candidato al fútbol institucional. Junto a Milei intentarán privatizar el fútbol argentino. El 2 de diciembre son las elecciones en Boca. Más de un orco va a ir a votar. No sea que tanto orco descerebrado le haga perder las elecciones a esta dinastía dominante que se aparea sin descanso por mantener sus prebendas y privilegios.
(*) Periodista, ex jugador de Vélez, clubes de España y campeón mundial 1979