Cuando Julia Ortíz y Lola Aguirre grabaron en 2011 un video espontáneo durante unas vacaciones de mochileras en Cabo Polonio (Uruguay) y luego subieron la canción a YouTube jamás se imaginaron que ese contenido luego se viralizaría. De hecho, el término viralizar no era de uso cotidiano en esos días para referirse al envío masivo de un mensaje o contenido en el entorno digital. En la actualidad, la canción “Ríe chinito”, el gran hit de Perotá Chingó, supera los 31 millones de visualizaciones en YouTube. Sin embargo, la dupla creativa no se quedó con las bondades del éxito inmediato e inesperado de ésa canción, sino que a partir de ahí construyó un camino musical serio, profesional, con identidad y sostenido a lo largo del tiempo. Grabaron discos, hicieron covers, compusieron obras y viajaron por toda Latinoamérica y el mundo. Y ahora se encuentran celebrando once años de carrera –serán doce el 25 de diciembre- con una extensa gira latinoamericana que tendrá una parada importante este sábado a las 21 en el Gran Rex (Corrientes 867).

Fue un crecimiento muy armónico, más allá del boom que tuvimos en un comienzo, porque nos viralizamos en un momento en que no existía mucho la posibilidad de viralizar una canción fuera de un sello discográfico o de una plataforma que te moviera la música”, explica Lola Aguirre. “Y también era justo el comienzo de las redes sociales, entonces se empezó a generar un contacto muy directo con el público que antes no existía. Después fuimos viajando, creciendo, nos fueron pasando un montonazo de cosas y también nos fuimos transformando. Porque no somos más esas dos mochileras de 25 años. Fue un proceso bastante lindo, independiente, de equipo y de mucho trabajo”, resalta una de las cantantes y compositoras del grupo. “Cuando ‘Ríe chinito’ explotó y la gente empezó a compartir el video en sus muros nosotras respondimos a ese llamado yendo a los países donde nos estaban convocando y fue una motivación para investigar y compartir la música que teníamos para dar”, agrega Julia Ortíz.

Y enfatiza Ortíz: “Entonces, quedarnos en el éxito (de esa canción) hubiese sido algo bastante efímero, porque el boom pasa de largo. Después había que contener todo ese éxito, seguir investigando y profundizando qué más había entre nosotras. Y entre nosotras había once años más, es decir, todo este tiempo que fuimos investigando y sacando música para afuera y contando un poco qué es lo que nos une musicalmente”. En ese viaje, comenzaron con una canción acústica y luego exploraron en sonidos electrónicos y afines a la música urbana, como se evidencia en el disco Muta (2019), con la producción de Juan Campodónico. “Veníamos de algo re orgánico y acústico y de golpe apareció toda esta cosa más digital. Y eso también nos inspiró a meternos más en otros sonidos, a buscar otro tipo de composiciones, a renovarnos, porque al estar en un proyecto tanto tiempo uno necesita ir encontrando nuevas identidades y motivaciones”, entiende Aguirre.

Además de la gira de celebración, la novedad es que Perotá Chingó está grabando un disco que se publicará en 2024. “Tiene cositas electrónicas pero es bastante orgánico. Queríamos que fuese una vuelta al inicio, pero con todo lo que somos ahora. Es un disco mucho más minimalista y más orientado a la canción”, adelanta Lola Aguirre. La producción está a cargo de su hermana Juana Aguirre y Fernán Mareque. La semana pasada, de hecho, lanzaron el primer adelanto, “Nace una madre”, una canción que hicieron junto a Nico Landa. “Este single es también una revalorización de la canción, de lo chiquito, de las dos voces y una guitarra”, explica Julia Ortíz. “Y también esa conexión que tenemos con los niños, con el arrullo, con lo que fue ‘Ríe chinito’ en su momento y lo que sigue siendo al día de hoy, que la gente la toma como parte de su canción para conectar con sus hijos. Entonces, para nosotras es muy importante esta canción porque vuelve a conectar con esa energía primaria de Perotá: las dos voces, la canción, la guitarra, algo minimalista y muy sensible”.

-Cuando empezaron a hacerse conocidas, recibieron ofrecimientos de grandes sellos discográficos, pero ustedes decidieron seguir siendo independientes. ¿Por qué tomaron esa decisión?

Julia Ortíz: -La decisión de ser una banda independiente es porque desde un principio hubo obviamente ofrecimientos de sellos discográficos y posibilidades de unirnos a grandes empresas, pero la realidad es que eso te da un montón de beneficios, por un lado, pero al ser una banda que surgió de una viralización ya teníamos un respaldo muy grande, que es la gente. La gente nos empezó a convocar, nos empezó a llevar de un lado para el otro, nos recibían en sus casas, nos invitaban a festivales. Entonces, esa libertad que te da estar conectado con las personas directamente y no a través de un sello es impagable y muy potente. Obviamente que también tiene su contra, porque el trabajo es muchísimo mayor; la entrega y la apuesta de parte nuestra es mucho más grande que si estuviéramos adentro de un sello. Pero también da un nivel de libertad de la propia vida, que tiene que ver con tomar las decisiones cuando uno quiere, hacer los discos que uno quiere, ir de gira cuando uno decide. Eso nos dimos cuenta desde un principio que era un tesoro, que era algo que no queríamos perder, por eso también seguimos siendo una banda independiente.

Lola Aguirre: -Igualmente en el camino nos encontramos con un montón de limitaciones por el hecho de ser independientes, errores de principiantes, pero fuimos aprendiendo de todo eso. Fue una escuela la independencia y nos motivaba aprender a hacer las cosas nosotras y no entregarle ese trabajo a alguien. Y también fue importante hacer las cosas de nuestra forma, con nuestros tiempos, ganas y decisiones. Tiene mucho que ver con que nos sucede en una época en la que el contacto con el público ya se hacía de manera más directa por las redes sociales.

-En Chile, Uruguay y Brasil, además de Argentina, han girado mucho y tienen un gran público. ¿Se sienten continuadoras de la tradición vinculada a la canción latinoamericana?

Lola Aguirre: -Sí, ciento por ciento. En cada lugar al que vamos hay una red, un vínculo y un reconocimiento. También al viajar mucho siempre fuimos tomando músicas de distintos lados y las fuimos llevando para otros lugares. Fuimos polinizando regiones con canciones de otros lados y esa red se fue armando. También conocimos a un montón de artistas de la canción de cada país, desde Argentina hasta México, e inclusive en Europa. Y siempre nos han tomado como representantes de la canción latinoamericana más que de un país en particular.

Julia Ortíz: -Con respecto a la música latinoamericana o a la canción en sí, siempre nos sentimos atraídas por el hecho de revalorizar y traer esas canciones que quizás de otra forma cierto público no escucharía y que trayéndolas al presente la gente se siente más interesada en volver a conectar con eso. Nosotras valoramos muchísimo la música latinoamericana y la música de raíz. Y las canciones de mujeres también, sobre todo que han traído tanta energía y power a la música, como Mercedes Sosa, Violeta Parra, Chavela Vargas, Marisa Monte, o compositores como Simón Díaz o Fernando Cabrera. Nos convoca mucho la música de raíz y latinoamericana y es parte de la identidad de Perotá.

-Perotá Chingó se ha caracterizado, entre otras cosas, por la defensa del medio ambiente y la diversidad cultural. ¿Cuál creen que es el rol de los artistas populares en estos momentos de convulsión política y social que atraviesa el país?

Julia Ortíz: -Siento que es una decisión personal de cada artista y respeto completamente eso. Hay artistas que tienen una energía de posicionarse y de decir exactamente lo que piensan política y ambientalmente, y me parece espectacular y lo respeto muchísimo, porque me parece que es la personalidad e identidad de ese artista. Perotá en ese sentido tal vez no se posiciona tan directamente sino más a través de las canciones y de las letras, que igual tienen muchas palabras, símbolos y mensajes escondidos, que obviamente dan una idea de dónde estamos paradas. Nuestra misión y nuestro mensaje realmente va mucho por nuestras canciones y nuestra forma de comunicarnos y también por la energía que movemos en los conciertos y en las redes. No tanto por ponernos de un lado o del otro, aunque obviamente que sí hay una postura y una identidad con respecto a la política y el medio ambiente, pero está más puesto en las canciones y no tanto en el discurso directo.