El encargado de custodiar y rendir cuentas de un bunker de venta de drogas al menudeo, controlado por una banda que reporta al capo narco Esteban Alvarado, fue imputado como miembro de una asociación ilícita y quedó en prisión preventiva por dos años. Lo curioso del caso es que se trata de un joven que fue elegido como testigo en una serie de allanamientos realizados la semana pasada en el barrio Stella Maris y que al cotejarse sus datos se comprobó que pesaba sobre él, un pedido de captura del fiscal Patricio Saldutti por estar vinculado a una de las asociaciones ilícitas comandadas por Francisco "Fran" Riquelme, un gerente de la banda de Alvarado en el noroeste rosarino. Al imputado se le atribuyó haber participado en calidad de miembro de una asociación ilícita cuyos jefes y organizadores son Riquelme y Fernando Cabaña -ambos ya imputados-, que se dedicó a cometer delitos contra la vida, las personas, la propiedad, la salud pública y contra la administración pública, hechos que se desarrollaron al menos entre marzo de 2021 hasta el día de formularse la primer audiencia imputativa, en los barrios de Empalme Graneros, Ludueña, e Industrial.
El fiscal Adrián Spelta, que investiga la organización criminal que dirige desde la cárcel el mismo Riquelme, y que opera en al menos tres barrios del noroeste, imputó a Kevin Daniel Méndez de 25 años como miembro de la banda. Según la acusación del fiscal, Méndez fue integrante de la asociación ilícita y estaba “encargado del control, custodia y rendición de cuentas del domicilio destinado a la comercialización de material estupefaciente”.
De acuerdo a la investigación, un grupo comandado por “Fran” Riquelme controló hasta julio de 2021 el territorio de tres barrios del noroeste de Rosario para la venta de drogas al menudeo y otros delitos relacionados a esa actividad ilícita. En la causa también está imputado el capo narco Alvarado, condenado a prisión perpetua en la Justicia provincial y en una causa federal por narcotráfico, como el jefe a quien Riquelme reportaba,
Pero a mediados de 2021, otra organización vinculada al oponente de Alvarado, “Los Monos”, hizo pie en esos mismos barrios con iguales objetivos ilícitos, y se desató una dura disputa armada.
De acuerdo a la investigación del fiscal Spelta, un grupo que reportaba a Ariel “Guille” Cantero, el líder preso de Los Monos, y guiado por al menos dos jóvenes identificados como Mauro Geréz y Andy Benítez –ambos presos- disputó con Riquelme el control de los barrios Ludueña, Empalme Graneros e Industrial.
La pelea por el control de los mercados ilegales en la zona provocó decenas de homicidios durante 2022. En ese marco, Spelta imputó a Méndez como otro de los miembros de la banda de Riquelme, que operaba para Alvarado.
Los acusó de “cometer delitos contra la vida; contra las personas; contra la propiedad; contra la salud pública; y contra la administración pública”, ya que entre ellos se encuentra ataques armados a comisarías y escuelas.
En su acusación, el fiscal sostuvo que “para llevar a cabo la empresa criminal los integrantes de la asociación ilícita cometieron diversos delitos, entre otros atentados contra las personas, amenazas, venta de estupefacientes, balaceras, y homicidios”, según informó el Ministerio Público de la Acusación (MPA). Cada uno de los grupos, señaló el fiscal, “procuraba excluir a la banda antagónica” mediante una violenta disputa armada.
Al imputar a Méndez como miembro de la organización, Spelta indicó que era el “encargado del control, custodia y rendición de cuentas del domicilio destinado a la comercialización de material estupefaciente”.
La jueza de la audiencia, Silvia Castelli, aceptó la acusación y le dictó prisión preventiva por dos años al imputado, como lo había solicitado la Fiscalía, informó el MPA.