Al término del primer tiempo, Colón estaba liquidado. Caía 2 a 0, jugaba muy mal y el empate de Banfield y Gimnasia y la victoria de Tigre ante Unión lo condenaban al descenso. Perdido por perdido, el técnico Israel Damonte metió cuatro cambios en el intervalo. El equipo igual no pudo reaccionar y terminó perdiendo 3 a 1 ante Vélez que logró la salvación., Pero los dos goles banfileños y la derrota de Gimnasia le dieron una nueva oportunidad por la que no hizo mucho en la cancha. Igualados en 46 puntos, los santafesinos y los platenses ahora deberán definir cual de los dos se queda y cual se va en un sufrimiento eterno que tendrá su último capítulo el próximo miércoles en cancha neutral.
Si Velez estuvo seguro, sereno y siempre pareció tener todo bajo control, pero sin mucho juego, Colón pareció abrumado por el peso del partido. No tuvo reacción anímica ni futbolística. Tampoco pareció dar en la tecla el planteo de Damonte. El juvenil Santiago Castro ratificó a los 16 minutos del primer tiempo un tiro al arco de Leonardo Jara a la salida de un corner y anotó el 1 a 0. Y a los 41, Valentín Gómez entró por el segundo palo y con un toque corto a la red, resolvió un contraataque muy bien llevado adelante por el propio Castro. Colón se fue virtualmente descendido al descanso. Y de vuelta para la segunda etapa, Damonte apretó todos los botones al mismo tiempo.
Entraron Mas, Toledo, Fabio Alvarez y el paraguayo Cardozo Lucena, salieron Delgado, Goltz, Tomás Galván y Moreyra, la línea de cinco inicial quedó en el recuerdo y la consigna fue levantar los pelotazos para que arriba los cabeceen Toledo y "Wanchope" Abila. Un disparo de Florentin que dio en el travesaño a los 15 fue el presagio de que Vélez seguía teniendo ambiciones. Un minuto después, Claudio Aquino marcó el tercero con un remate muy preciso y empezaron los festejos en Liniers.
El gol en contra de Cabral fue un mensaje optimista en medio de la derrota. Colón ya no dependia de sí mismo, pero Banfield igual le daba la mano que necesitaba. Toledo descontó a los 21 y de allí hasta el final, los santafesinos vivieron más pendientes del desenlace en el Sur que de su propia suerte. El gol de Soraire en el descuento les dio una chance más. Deberán aprovecharla. Pero haciendo todo lo contrario de lo que hicieron en Liniers. De esta manera, no habrá forma de salvarse.