La configuración final del pacto entre Javier Milei y Mauricio Macri se definirá esta semana. Es decir: si la presidencia libertaria será un gobierno de coalición con el PRO que el macrismo defenderá con uñas y dientes como si fuera el propio o si, en cambio, será una alianza estratégica susceptible a acuerdos circunstanciales. Patricia Bullrich en Seguridad, Luis Caputo en Economía y Federico Sturzenegger en Modernización son, según se apuran en aclarar en el PRO, todos cargos "a título personal". El verdadero interés del macrismo es que la presidencia de la Cámara de Diputados caiga en manos de Cristian Ritondo. De eso depende el co gobierno y de que estén los votos asegurados, después, en el Congreso. Lo que parecía ya sellado, sin embargo, empieza a escurrírseles entre los dedos. El nombre de Florencio Randazzo pica en punta - motorizado por Guillermo Francos - y, como si fuera poco, los propios libertarios comenzaron a hacer ruido porque no están dispuestos a dejar en manos de un extra partidario la llave de Diputados.
"Los candidatos a presidir no son solamente Florencio Randazzo y Cristian Ritondo. El lunes vamos a sentarnos y discutir quién será el presidente". La advertencia llegó el sábado en boca de Oscar Zago, pero venía gestándose hace días. Zago es uno de los 38 diputados electos que tiene La Libertad Avanza, una fauna variopinta que agrupa a figuras como la cosplayer Lilia Lemoine y la periodista Marcela Pagano hasta el procesita Ricardo Bussi. Algunos son personas cercanas a Milei - como el propio Zago -, pero muchas son fruto de acuerdos provinciales que, en el peor de los casos, apenas si conocen a un par de sus futuros compañeros de bloque. Todavía no han podido reunirse y coordinar una estrategia legislativa, pero el malestar frente a la posibilidad de que los conduzca alguien que no pertenece a LLA ya empezó a hacer eco. Y promete explotar este lunes cuando se reúnan todos los legisladores - diputados y senadores - que integran el espacio.
El organigrama del gobierno se convirtió en un quirófano a cielo abierto y muchos lo miran preocupados. "La sociedad eligió a los liberales y son ellos los que deben conducir los organismos de poder", sostienen algunos, que observan con recelo como Mauricio Macri viene colonizando los casilleros. Se resisten a que se repita la misma canción en la Cámara de Diputados, en donde los únicos nombres que resuenan para ocupar la presidencia son opositores: Cristian Ritondo, Florencio Randazzo y, menos intensamente, Miguel Ángel Pichetto. En LLA tienen sus nombres y quieren llevarlos a la mesa: Zago, Pagano y Martín Menem. El primero tiene oficio parlamentario - es legislador porteño - y es cercano a Milei; la segunda tiene un alto nivel de conocimiento por su trayectoria periodística; y el tercero es de los pocos referentes libertarios del interior que, además, fue de los primeros en acercarse a Milei.
El PRO, mientras tanto, había acordado con Milei que el lugar quedaría en manos de Cristian Ritondo y se encuentra, ahora, con que el presidente electo tiene otra idea en mente. El futuro ministro de Interior, Guillermo Francos, viene apadrinando a Florencio Randazzo para este lugar, valiéndose del vínculo que el ex ministro de Transporte cristinista podría tener con algunos sectores del peronismo (fundamentalmente Juan Schiaretti, pero también otros gobernadores). El equipo de Milei le rehuye a la idea del "co gobierno" con Macri y busca impostar, así, cierta autonomía, convencido de que los "halcones" ya está adentro de la alianza y que el desafío es ampliarla para conseguir más gobernabilidad. En el PRO, sin embargo, no lo ven así.
"Una cosa es si tenés un ministerio, una secretaría, YPF y la presidencia de la Cámara. Ahí formamos parte de un gobierno y lo defendemos como si fuera nuestro, pero ellos no quieren quedar como que Mauricio les maneja el gobierno. Bueno, si es así, cuando esto impacte sobre nuestros votantes, que van a caer en la pobreza, vas a tener que venir y negociar", se sinceró un diputado del PRO, quien advierte que no seduce cargar el peso del ajuste de un gobierno del que no se forma parte. El bloque PRO cuenta con unos 50 diputados propios que Ritondo esgrime como factor de poder frente a figuras como Randazzo, que no tiene ni uno solo. Es más, los compañeros de bloque de Randazzo en Identidad bonaerense, Graciela Camaño y "Topo" Rodríguez, rompieron con él cuando se enteraron que podría presidir la Cámara para Milei. "Nunca más atinada nuestra renuncia", ironizó Rodríguez, cuando Ricardo Bussi - el hijo del genocida tucumano - subió una foto con Randazzo en la que lo llamaba "el futuro presidente de la Cámara".
El peronismo, mientras tanto, observa con atención los movimientos del PRO y el mileísmo. No moverán sus fichas hasta que el presidente electo tome una decisión. Ya algunos diputados, sin embargo, comenzaron a advertir que la presidencia le correspondería a Unión por la Patria, ya que es la primera minoría con 105 bancas. Aunque el PRO y LLA unificaran sus fuerzas, solo llegarían, como mucho, a unos 80 diputados. El presidente de la bancada, German Martínez, aún no adelantó postura, pero no son pocos los que señalan que, si bien la tradición institucional es concederle la presidencia de la Cámara al oficialismo, ni Ritondo ni Randazzo son oficialistas.
El radicalismo y el resto de Juntos por el Cambio que se negó a alinearse detrás de Milei, mientras tanto, también observa con atención los movimientos del presidente electo. La Coalición Cívica ya anunció que mantendría su "autonomía", pero la UCR tiene 35 diputados que, juntos a los 6 de la CC, los tres de Encuentro Federal y los larretistas que quedaron en el camino - como María Eugenia Vidal o Silvia Lospenatto - podrían armar un interbloque de casi 50 diputados. Aquel espacio de "centro" será la clave para que LLA pueda aprobar la mayoría de sus leyes. Pero antes de confirmar la conformación de aquel interbloque necesitabn saber si Ritondo será o no el presidente de la Cámara.
La pelea en el Senado
En paralelo a la discusión por la presidencia de la Cámara de Diputados, el Senado está siendo escenario de una disputa similar con la presidencia provisional. La presidencia, según la Constitución, le corresponde al vice presidente. Es decir, a Victoria Villarruel. Pero la presidencia provisional - que conduce las sesiones cuando la presidenta no está y que se encuentra en tercer lugar en la línea sucesoria - le corresponde a la mayoría o primera minoría. Esto es: a Unión por la Patria, que tiene 33 senadores propios, mientras que LLA tiene solo 7.
La discusión, como en Diputados, tiene un trasfondo institucional: se suele ceder la presidencia provisional a los oficialismos aunque no tengan mayoría - como ya sucedió durante el macrismo - pero en esta ocasión el peronismo se resiste. O al menos un sector. "El pueblo ya se expresó para la conformación del parlamento, ¿por qué tenemos que hacer concesiones? No es un golpe", se quejó un senador peronista. Varios, incluso, comenzaron a mantener conversaciones con el bloque radical - que pasará a estar presidido por el correntino Eduardo Vischi -, aunque en la UCR la mayoría coincide en que son los libertarios quienes tendrían que quedarse con la presidencia provisional. Cristina Fernández de Kirchner, mientras tanto, coincide con ellos.
Una vez definidas las autoridades, el plan de Milei es presentar una ley ómnibus que incluya muchas de las reformas estructurales que planea para la primer etapa de gobierno. Todavía no hay una estrategia parlamentaria - todavía no hay un ministro de Economía -, pero el objetivo es comenzar a analizar el tema este lunes, cuando los legisladores se reúnan con Francos y Nicolás Posse (futuro jefe de Gabinete). De momento solo una cosa es segura y es que habrá sesiones extraordinarias: "No creo que nadie se pueda tomar vacaciones", deslizó una espada libertaria.