En etapas frenéticas, el nuevo gobierno va delineando algunas formas no sin antes pasar por un desgastante juego de anuncios y desmentidas, todos los días y a toda hora. E incluso a las mismas horas en que los protagonistas aludidos desmienten o afirman lo que cerca de Javier Milei dejan trascender. Una cosa queda clara: los primeros anuncios de tono más "anarco capitalista" en cuanto a nombres y contenidos, incluidas las figuras "de la primera hora" de La Libertad Avanza (¿eso que la gente votó?) van bajando del barco de gobierno o relegados a asientos de tercera clase, y van siendo reemplazados por referentes de Juntos por el Cambio, a los que se sumaron nombres cercanos al otrora prescindente Juan Schiaretti. Esta loca danza de nombres que sale del piso 21 del Hotel Libertador, el lugar "energéticamente" elegido para sentar las bases de la "oficina del Presidente electo", no se toma descanso el fin de semana. 

El sábado hubo una baja significativa y, entre tanto baile de nombres, uno que apareció y fue desmentido, pero no tanto. La baja, otro que sigue a Milei "desde Cemento", Demian Reidel, que a su vez había aparecido para reemplazar en el Banco Central a Emilio Ocampo, el padre del plan de dolarización, cuando Luis "Toto" Caputo entró oficialmente en escena. El nombre que cayó sin que lo llamen fue el de Daniel Scioli, que el sábado sonó como posible secretario de Turismo, algo que luego fue desmentido.  

Las fuerzas del cielo por asalto

La salida de Reidel refuerza la toma por asalto macrista que, en rigor, comenzó a ser silenciosamente tejida mucho antes del 19 de noviembre, y que se completa con el plan económico en el que que "el Messi de las finanzas" viene trabajando hace meses. El paso al costado de este ferviente mileísta cercano a Sturzenegger, que militó con ahínco en las redes llamando "a votar a Milei y a erradicar el cáncer kirchnerista de la Argentina", fue amablemente comunicada: "Para evitar especulaciones, quiero confirmar que en este momento no voy a ejercer la presidencia del BCRA. El presidente Javier Milei cuenta con mi apoyo absoluto". En los hechos, parece confirmar que el "sí" de Caputo al ofrecimiento de la cartera viene con más condiciones a sortear que la de una supuesta negativa familiar, según se dejó trascender. Y que lo que fue promesa de campaña y tuvo que ser reafirmado en un comunicado, también comienza a ser de lejano cumplimiento: "el cierre del Banco Central no es un asunto negociable". Y con ello, claro, la mentada "dolarización".   

Por otra parte, tanto desde La Libertad Avanza como desde el entorno de Scioli negaron a Página/12 que haya habido ofrecimiento alguno para integrar el gabinete. Pero, en el mismo momento, otras fuentes de LLA aseguraban a este medio que "sí hubo un acercamiento, pero de parte de él, que ya dijo que quiere quedarse en Brasil". Se sabe que el actual embajador mantiene una relación cercana con Guillermo Francos, actualmente confirmado como ministro del Interior del futuro gobierno y hombre que ganó peso en el armado. Entre otros cargos en diversas gestiones (incluida la actual, donde Francos fue director ejecutivo por Argentina del Banco Interamericano de Desarrollo, cargo al que renunció para subirse a la aventura libertaria), Francos fue presidente del Banco Provincia durante toda la primera gobernación de Scioli, desde 2007 hasta 2011.

Fotos borrosas

Si hubiera que hacer una foto de la conformación del gabinete al día de hoy, tendría algunos detalles curiosos y hasta contradictorios (aunque, se sabe, en la lógica de estos días tumultuosos en el Libertador cualquier foto que se tome puede durar menos que una storie de Instagram). 

Uno es el de la puja a cielo abierto que por estas horas se da en las áreas de Seguridad y Defensa, con Patricia Bullrich y Victoria Villarruel como protagonistas, de la que informa en extenso Luciana Bertoia en este diario. 

Un dato no menor sobre esta puja: a Villarruel, se sabe, la mueve una misión política en la que viene trabajando denodadamente desde hace años, un "cambio de relato", en sus propias palabras, vinculado a la impunidad de los genocidas. Bullrich tiene varias tareas que retomar si se concreta este "segundo tiempo". No solo represivas: su paso por el ministerio de Seguridad abrió importantes negocios, fundamentalmente con el Estado de Israel. Dejó un tendal de compras hechas pero de imposible uso tras su salida, desde sistemas de comunicación que no servían porque no eran aptos para las zonas geográficas en que se necesitaban, hasta lanchas compradas sin licitación y con grandes sobreprecios, que nunca pudieron usarse porque su calado no se adecuaba a los ríos del norte argentino. 

Una aparente contradicción surge en el casillero de Agricultura, para el que por ahora queda en pie un "no PRO duro", Fernando Vilella. Ex decano de la Facultad de Agronomía de la UBA, profesor de Mercados Agropecuarios y director de Bioeconomía de esa facultad, Vilella es conocido por su proyecto de "vaca viva", que armó con el exsecretario del área durante el kirchnerismo y exinterventor de Vicentin Gabriel Delgado (quien fue nuevamente convocado por Massa). Lo particular de este proyecto vinculado a la producción de proteína animal y vegetal es que es de neto corte productivista: valor agregado a la exportación. Y que su éxito está vinculado a la consolidación de un mercado como el de los Brics, que el nuevo Presidente en su discurso viene a derribar. 

Pero al mismo tiempo, en la agenda que dejó trascender Vilella figura la receta anarco capitalista: eliminación total de las retenciones a la soja, el trigo y el maíz, quita absoluta de todas las regulaciones del sector, incluidas las exportaciones de carne y los fondos para la harina y el aceite. La cartera cambiaría de nombre (pasaría a ser Secretaría de Bioeconomía), pero básicamente sería una jugadora a favor del agronegocio. 

Con logo de estética Casa Blanca estrenado la misma noche de las elecciones, desde la "Oficina del Presidente electo" salieron hasta ahora pocas muy confirmaciones oficiales. Y hubo una que picó en punta: Horacio Marin, un hombre que hizo toda su carrera en Techint, al frente de YPF. Favor con favorazo se paga: como informó Leandro Renou en este diario, después de las primarias la empresa de Paolo Rocca pasó de aportarle fondos a la campaña de Patricia Bullrich a derivar buena parte de ellos a financiar la carrera presidencial de Javier Milei, transformándose en el único aportante privado que oficialmente tuvo la campaña de La Libertad Avanza.