El protagonista de Bookie convive, muy a su pesar, con los gajes de su oficio. Es decir, el corredor de apuestas debe perseguir y usar la fuerza para que sus clientes le paguen. Pero Danny (Sebastian Maniscalco, visto en El irlandés) se prepara para cargar con una cruz más pesada: está seguro de que van a legalizar la timba deportiva en California. Ahí el quid de la nueva comedia de Chuck Lorre (Mom, The Kominsky Method) que HBO Max estrenará con dos episodios el jueves 30. Y la apuesta viene con un regalito. Charlie Sheen vuelve a colaborar con el creador de Two And a Half Men luego de su estruendosa salida de aquella sitcom en 2011. ¿Su papel? Uno de los deudores en la lista roja de este veterano del juego ilegal.
Básicamente, es la historia de un tipo que busca mantenerse a flote en un negocio a punto de ser otro. No solo lidia con gente inestable, sino que él también hace apuestas de alto riesgo. Y con ello aparece la corte de personaje atractivos como su fiel ladero Ray (Omar Dorsey), su hermana Lorraine (Vanessa Ferlito) y el narcotraficante Héctor (Jorge García), que se ha reformado a regañadientes. Bookie, según dijo el realizador, chapotea en esos “turbios charcos de moralidad” propios de su obra. Sujetos y tópicos que muestran la peor cara de las personas y quizás una posible redención. El productor, a su vez, dejó en claro que no quería hacer una serie sobre un tipo violento como Barry. “Siempre me ha intrigado la idea de hacer un programa sobre personas que estaban fuera del radar y que vivían y trabajaban en una zona gris. Fue llevar la comedia a un ámbito donde la gente es genuinamente psicótica”, dijo Lorre.