Este domingo finalizó en Mar del Plata el primer Encuentro Nacional de Fotografía. Durante tres días, decenas de exposiciones, charlas y presentaciones editoriales divulgaron la fotografía argentina para un público bonaerense que llenó todas las salas. Sin embargo, la actividad central de este evento sucedió a puertas cerradas. Convocados por el Encuentro, más de treinta fotógrafos y gestores culturales de todo el país se reunieron para movilizar la formación de Casas de la Fotografía Provinciales y Municipales, un paso previo para reactivar la lucha por la creación del Instituto Nacional de Fotografía. Es un proyecto con más de treinta años de historia que tiene al fotógrafo platense y director del Encuentro, Ataúlfo Pérez Aznar, como gran impulsor.

Una historia de militancia

“Hace treinta años que vengo peleando por la creación del Instituto Nacional de Fotografía”, dice Ataúlfo Pérez Aznar mientras baja fotolibros de la enorme biblioteca que atesora en su casa de La Plata. Además de ser uno de los grandes pilares de la fotografía argentina contemporánea, Pérez Aznar dedicó, y dedica, su vida a que este arte sea preservado, historizado y divulgado como medio de expresión y comunicación, como registro de un tiempo y pieza fundamental de la cultura nacional.

“Las herramientas que me dio mi formación las he podido aplicar a la fotografía. De ahí que he tenido la constancia para pelearla, para realizar cosas colectivas como ésta”, agrega Pérez Aznar. Víctima de la persecución política de la última dictadura militar, lo primero que hizo cuando pudo salir de la clandestinidad fue fundar en La Plata, junto a la fotógrafa Helen Zout, la primera fotogalería del país y la segunda de latinoamérica, OMEGA. Era octubre de 1980, él tenía 25 años y la fotografía artística existía en el país regida exclusivamente bajo los tecnicismos que imponían instituciones profesionales como las Asociaciones de fotógrafos profesionales, de fotógrafos publicitarios, de reporteros gráficos y los fotoclubes.

Desde entonces, Pérez Aznar articuló su carrera artística con toda una serie de actividades de gestión cultural dedicadas a poner en valor la escena fotográfica nacional. En 1984, ideó también en La Plata, junto a Eduardo Grossman y otros diez fotógrafos, la creación del Núcleo de Autores Fotográficos, “el NAF”, que ya por entonces reclamaba en su manifiesto por la falta de “ámbitos adecuados para la discusión, crítica, investigación y docencia”.

Así, se sucedieron exposiciones, seminarios, reuniones, publicaciones y la evolución de la fotogalería OMEGA hacia el Centro de Fotografía Contemporánea (CFC) de La Plata. Allí se impartieron clases, se realizaron exposiciones y, actualmente, se resguarda el mayor archivo fotográfico de la región, “mayor que el de cualquier museo”. Hoy, los más de seis pisos del CFC, construidos por el mismo Pérez Aznar, se encuentran cerrados. Se trata de una situación crítica que funciona como diagnóstico general del estado en el que está la fotografía nacional a lo largo y ancho del país: luchando autogestivamente por proteger un patrimonio que pertenece a la cultura nacional.


Por un Estado presente

En 2014, luego de largas gestiones políticas, ingresó al Congreso de la Nación el Proyecto de Ley que buscaba crear el Instituto Nacional de Fotografía. Éste afirmaba en sus primeras líneas: “El Instituto Nacional de Fotografía no es sólo una reivindicación de los fotógrafos, sino de la cultura nacional. La comunidad es responsable de preservar la memoria colectiva”.

La propuesta buscaba formar un “ente autárquico en el ámbito de la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación” que tuviera como responsabilidad preservar la historia de la fotografía nacional, divulgar e incentivar la producción, fomentar la formación, promover la edición de libros de fotos y, finalmente, crear “Casas de la Fotografía” Provinciales y Municipales.

El debate de este proyecto fue postergado un año y, con el cambio de gobierno, fue cajoneado. “Estaba listo, habíamos pasado tres años muy fuertes hablando con todos. En 2015 entró un proyecto más importante, se postergó el tratamiento, y finalmente, cambió el gobierno”, cuenta Pérez Aznar. De este modo, se detuvo abruptamente una ley que llevaba años de gestión y que venía a resolver algo que, ya por ese entonces, era una problemática urgente.

Reactivar el proyecto

Así, nació bajo la gestión de Pérez Aznar el Encuentro Nacional de Fotografía, que llevó el nombre de “Contacto FotoFest 2023” y que tuvo lugar en Mar del Plata el pasado 24, 25 y 26 de noviembre. Detrás de sus exposiciones, muestras y presentaciones editoriales, había un proyecto más grande que era el de convocar a actores de todo el país para reactivar la lucha por el Instituto Nacional de Fotografía a través de la realización de uno de sus históricos objetivos: crear Casas de la Fotografía Provinciales y Municipales.

“En el fondo lo central fue el encuentro con los actores del interior. Buscamos encontrarnos con gente de todas las provincias para poder debatir todos juntos la constitución de las Casas de la Fotografía Provinciales y Municipales, porque hay regiones como la provincia de Buenos Aires que están tan pobladas que no basta con una casa provincial”, afirma Pérez Aznar sobre este encuentro que convocó a coordinadores de diecisiete provincias y de siete municipios bonaerenses, algunos de ellos con varios representantes.

Al igual que el Encuentro Nacional de Fotografía fue un éxito de público, lo fue también su reunión a puertas cerradas que logró por primera vez formar una red federal de fotógrafos argentinos unidos por un mismo fín. Sobre esta reunión, Pérez Aznar afirma que la “intención es hacer una declaración de principios firmada por todos con la que cada provincia pueda negociar y cuente con el apoyo de la fotografía argentina”.

A su vez, como coordinador designado de la provincia de Buenos Aires, el fotógrafo platense espera que los resultados de este Encuentro le permitan abrir el diálogo con el gobierno para la creación de una Casa Provincial que preserve la historia fotográfica bonaerense, divulgue a sus fotógrafos y fomente la formación de nuevos artistas que se expresen a través de una cámara y que construyan imágenes que registren nuestro presente. Por lo pronto, sigue trabajando en nuevas publicaciones de fotógrafos platenses y bonaerenses que acerquen la historia artística de la provincia al público general.