Durante tres días se llevó a cabo en la Universidad Nacional de Salta un espacio de intercambio interinstitucional en lo referido a garantizar la educación en contextos de privación de la libertad. El intercambio apuntó a favorecer la articulación con referentes de programas y proyectos que se implementan en otras 26 universidades del país.

Actualmente y desde hace más de diez años, la carrera de Ciencias de la Comunicación es la única opción de nivel superior que se ofrece a personas privadas de su libertad en la provincia.

Con tres egresados hasta el momento y 36 cursando, este año la carrera se dicta también en la Cárcel Federal de Güemes, donde más de 50 personas detenidas pueden acceder a estudiar. Comunicaciones comenzó a dictarse apenas creada la carrera en la UNSa y se sigue sosteniendo por el trabajo de docentes que asumen el compromiso con su rol social como educadores.

Yamila es estudiante y una de las dos mujeres de la Unidad Carcelaria N° 4 del Penal de Villa Las Rosas que cursa en la Universidad. Presente en el encuentro que se desarrolló en la UNSa, al ser consultada por Salta/12, habló rápido, pero con precisión. Detrás de ella estaba el personal del Servicio Penitenciario que la custodiaba mientras ella había salido por unos minutos salir del anfiteatro para dirigirse al sanitario. “Tenemos que volver”, le recordó la guardiacárcel cuando todavía la joven estaba dando la corta entrevista interrumpida por la voz que trajo a ese momento las jerarquías con las que debe convivir a diario.

La charla, sin embargo, bastó para dar cuenta de algo que no solo las y los estudiantes manifiestan, sino que también lo dicen integrantes de la Red Universitaria Nacional de Educación en Contexto de Encierro (Red UNECE): la educación y su rol emancipatorio.

“Todo mi secundario lo hice en contexto de encierro y ahora estoy para rendir dos materias de la carrera Licenciatura en Ciencias de la Comunicación. Están tratando de implementar también en la Unidad 4 para que tengamos radiolocución igual que hay en la unidad de varones. Hacemos el programa radial 'Un nuevo comienzo' y en la Unidad Carcelaria 1 (de varones), 'Fuera de sistema', donde se hablan temáticas de encierro. Yo soy autora y participo del taller literario, escribo poemas y letras. Estamos en un proceso de querer sacar a la luz muchas cosas, cosas que realizamos”, contó Yamila al tiempo que reflejó su interés por aprender: “Me gustaría seguir estudiando y aprender más, tener conocimiento de todo lo que nos rodea”.

Yamila dijo que pese a que en la unidad de mujeres no cuentan con tantas herramientas como en la de varones, la posibilidad de continuar sus estudios universitarios es importante. Describió que cuentan con el Programa M25, para personas mayores de 25 años, que les permite culminar sus estudios secundarios y seguir la carrera universitaria. “Estoy pegando folletos con información para que más chicas se animen a estudiar”, relató.

La provincia busca sumar más carreras

Isabel Lescano, de la Dirección de Educación en Contexto de Encierro, del Ministerio de Educación de Salta, contó que vienen trabajando con la UNSa para incluir carreras del nivel superior en contexto de encierro: “La educación permanente de jóvenes en conflicto con la ley busca restituir el derecho a la educación y mejorar su futuro y de inserción en el medio en lo académico y también en lo laboral”, describió.

Lescano narró que en Salta se brinda educación primaria en 11 instituciones educativas en cárceles, tanto en Capital como en Cerrillos, Orán, Metán y Tartagal, atendiendo a cerca de 700 estudiantes. Mientras que en el nivel secundario son seis las instituciones en contexto de encierro y también se le brinda educación a jóvenes alojados en 7 Centros de Atención de Jóvenes donde trabajan junto a instituciones de base para asegurar las trayectorias escolares. Mientras que a nivel superior resaltó que este año se inauguró la carrera de Comunicaciones en la Unidad Federal 16 y en la de Güemes.

“La modalidad de educación en contexto de encierro en la provincia trabaja en la restitución de derechos para la reinserción en el mundo y la formación laboral. Tenemos normativas específicas que delinean la pedagogía, que es interdisciplinar basada en el desarrollo de capacidades y donde la evaluación es netamente formativa”, señaló la funcionaria.

Universidad, actora política en cárceles

Josefina Ignacio, comisionada del Comité Nacional para la Prevención de la Tortura, informó que este organismo hizo dos recomendaciones en torno a la educación en contexto de encierro. Entre los obstáculos observados aparecen la falta de presupuesto, la escasez de aulas y de personal. Sin embargo, se viene realizando una labor interinstitucional en la que las universidades e institutos juegan un rol importante: “Las universidades son actores estratégicos, como actores políticos que ingresan a las cárceles se encargan de promover otros derechos y prevenir las torturas y malos tratos. Así se fueron firmando diversos convenios con universidades del país”, destacó.

“El sistema penal es muy selectivo, avanza sobre los sectores más vulnerados sociales económicos, pero también educativos”, resaltó y para ilustrar la comisionada dió números: poco más de 105 mil son las personas privadas de la libertad a 2022 con un nivel educativo bajo, más de un cuarto de las personas detenidas no culminaron la primaria o directamente no tuvieron escolarización, 23 y 24% respectivamente. El 40% de las personas privadas de la libertad no participó de ningún programa educativo, solo el 2% accedió a educación universitaria o terciaria y secundaria, solo el 17%.

Por su parte, el rector de la UNSa, Daniel Hoyos, celebró el encuentro destacó: “Hoy más que nunca se requiere pensar juntos acerca de la complejidad que conlleva la educación en contextos de encierro punitivo e intercambiar ideas sobre lo que las universidades realizan en torno a esta temática. Hoy más que nunca se requiere habilitar espacios como éstos en defensa de la vida democrática, los derechos humanos, el respeto y la no discriminación”.

También ponderó que la Universidad pública de Salta posee una política académica orientada a garantizar el derecho a la educación superior de las personas privadas de su libertad: “Estamos convencidos de que el conocimiento debe trascender las aulas universitarias y construirse también con los sectores más desfavorecidos”.

"Vi una luz y entré"

Sol Villena, a cargo de la Comisión de Educación en Contexto de privación de la libertad de la Facultad de Humanidades, recordó que esta Comisión se creó en 2006 y estuvo a cargo en un primer momento del profesor Miguel Rosales, impulsada por Paula Cruz, actual secretaria Académica de la UNSa, y el decano de la Facultad de Humanidades de ese entonces, el filósofo Alejandro Ruidrejo. Villena asumió en el cargo en 2022 cuando se creó el Programa de Educación en Cárceles de la Universidad Nacional de Salta y Rosales pasó a ser coordinador del Programa. Es la única Facultad que tiene una comisión de estas características y una carrera en contexto de encierro.

Villena describió que las y los internos cursan como estudiantes libres y se trabaja con la autonomía estudiantil, con talleres y tutorías.

“Cuando uno ingresa a una institución tan cerrada es súper importante tener el posicionamiento de la educación como derecho. La educación es una herramienta que rompe con el destino que tienen estas personas privadas de la libertad. El conocimiento le da la posibilidad de reconceptualizar la palabra libertad. Una de las frases que escuchamos de los chicos es ‘vi una luz y entré’ y esa luz se expandió y tenemos que luchar para que esa luz no se apague. Es un espacio de libertad para preguntar, para cuestionar, criticar, repensar, reflexionar y los chicos lo ven así por eso cada vez tenemos más ingresantes”, señaló.

Campo de intervención

Víctor Notarfrancesco, director de la Carrera de Ciencias de la Comunicación, destacó el trabajo sostenido que viene realizando la actual secretaria Académica de la UNSa, para que la Universidad y la carrera de Comunicación sigan presentes en las cárceles. Recordó que en 2006 se firmó y aprobó entre la Universidad Nacional de Salta y la Secretaría de Seguridad de la provincia un convenio para el dictado de la carrera, lo que fue impulsado por la entonces rectora Stella Pérez de Bianchi y la directora de la Radio Universitaria, Marita Couto.

“En 2023 se crea un programa de educación en cárceles de la UNSa, como espacio de legitimación e institucionalización. El objetivo ahora es extender las propuestas educativas a otras facultades y extender talleres en otras áreas”, dijo Notarfrancesco.

Sobre la significancia de la labor docente dentro de las cárceles, la profesora Guadalupe Macedo sostuvo que es “una tarea que se hace desde la afectividad y que debe contener las experiencias de cada uno de los estudiantes. No es solo una tarea educativa, sino también social y cultural, que permite abrir nuevos horizontes dentro de las cárceles para que los y las estudiantes puedan acceder al derecho humano. Es un garante de los derechos humanos y debe garantizar que la educación dentro de las cárceles sea de calidad”.