El embajador argentino ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Carlos Raimundi, llamó al peronismo a una fuerte reflexión tras la derrota en las elecciones y cruzó al presidente saliente, Alberto Fernández: “No puede victimizarse”.
En declaraciones a la AM750, Raimundi consideró que debe quedar atrás el impacto por el resultado de las elecciones para comenzar a analizar las razones de la derrota. “No tuve asombro ni perplejidad, no me pregunté por qué se dieron los resultados. Hay que preguntarse por qué la gente votó como votó, sin enojarse”, remarcó, y señaló que “parte del voto a Milei viene sectores a los que uno representó hasta hace no mucho tiempo y aspira a volver a representar”.
Para Raimundi, una de las claves para entender la derrota de Unión por la Patria es el crecimiento de las “derechas radicalizadas” en todo el mundo. “Esto nos lleva a sociedades más individualistas. ¿Qué hicimos nosotros para dejar el campo libre y que esta tendencia avance sin imponer límites?”, se preguntó.
Por otro lado, consideró que tampoco fue evaluado adecuadamente el reclamo de “libertad” durante el confinamiento por la pandemia del Covid. “Nos parecía una locura las manifestaciones y los antivacunas. Pasó el tiempo y se convirtió en un reclamo político, que lo capitalizó el que ahora fue electo presidente”, indicó. “El tercer factor es económico. Cuando uno va a la despensa de la esquina de la casa y vuelve a los gritos por los precios es muy difícil”, sintetizó.
Críticas a Alberto Fernández
Raimundi además lamentó las declaraciones del presidente saliente Alberto Fernández. “Cuando se conduce el Estado uno no se puede victimizar”, dijo, y recordó que se pudo haber fijado una “agenda propia, convocar a diversos sectores para organizar a la sociedad, conducir el Banco Central para que no falten dólares e indicarle a la sociedad quiénes son los que remarcan precios”.
“Lo que no se puede decir es “yo no pude”. La pandemia, con lo grave que fue - y fue uno de los momentos de mejor gestión del gobierno - no podía ser nunca una excusa para decir “como me tocó esto no pude hacer otras cosas”. Fue un hecho tan disruptivo que había que aprovecharlo para cambiar algunos paradigmas desde la política”, indicó Raimundi.
El valor de la democracia
El embajador ante la OEA además remarcó que existen lecturas distintas sobre el valor de la democracia entre los sectores que nacieron después de que finalizara la última dictadura. “¿Cómo reciben los jóvenes de 16 años hasta los que tienen hasta 40? No es igual que nosotros. Para nosotros, la democracia es un alivio, pero si en 1983 la pobreza era de un dígito y hoy hay 40 %, hubo un deterioro claro en este tiempo. Con el trabajo informal es igual. Pasamos del pleno empleo al 40, 45 % en la informalidad”, planteó.
“Es una democracia con ciertos valores que a la gente joven no percibe con el mismo valor que los más grandes, porque lo que más siente es el agobio del aumento de la informalidad, la pobreza y la incertidumbre”, señaló. Y finalizó: “La política ha subestimado una de sus funciones centrales, que es la pedagogía, hacer docencia, explicar. Renunciamos expresamente a dar la batalla cultural”.