La estrategia de Mauricio Macri de jugar a gobernar con Javier Milei fracturó al PRO, que hoy se divide en distintas líneas en las que cada uno juega su juego. Mientras el expresidente sigue negociando lugares con el mandatario electo, los gobernadores de Juntos por el Cambio --que, por ahora, mantienen esa denominación-- preparan su segunda demostración de poder. Este martes se mostrarán de nuevo, pero esta vez rodeados de senadores y diputados. Es una forma de volver a advertirle a Milei que va a tener que negociar con ellos. En tanto, Horacio Rodríguez Larreta se aleja de cualquier negociación y levanta el perfil para ser una de las figuras de la oposición al futuro gobierno.

El encuentro de los gobernadores de Juntos por el Cambio será el martes a las 13 en el Club Hípico Alemán. Al encuentro asistirán buena parte de las bancadas del Congreso, así como los nueve gobernadores y el jefe de Gobierno, Jorge Macri. En la invitación, señalan que es para "dialogar sobre la situación política que comienza con el nuevo gobierno".

Cancha marcada

En la práctica, será una continuación del encuentro de la semana pasada, donde claramente le marcaron la cancha a Milei. Allí los diez firmaron un documento en el que le advirtieron que manejan muchas bancas en el Congreso y que esperan que se los consulte antes de tomar decisiones sobre las cuentas en sus provincias. El más explícito fue el gobernador electo de Chubut Ignacio Torres, que dijo que con esos bloques puede acompañar a Milei, pero que también son el "músculo político para poder poderle freno a cualquier iniciativa que atente contra el federalismo y contra lo que consideramos que no está bien para la Argentina". Más claro, imposible.

Torres esta semana advirtió sobre la dificultad que tendrá para pagar el aguinaldo, algo a lo que se sumó el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro. Ambos culpan de esto al Gobierno saliente, pero sus declaraciones no dejan de ser un mensaje para Milei: esperan que la motosierra se dirija en otra dirección y no a los fondos federales.

Si el encuentro de la semana pasada verbalizó que los gobernadores cuentan con el manejo de buena parte del Congreso, ahora lo van a poner en una imagen. Los organizadores esperan que concurra gran parte de las bancadas de Diputados y del Senado para dejar en claro que son un interlocutor a tener en cuenta. "La reunión será para discutir temas que tienen que ver con las provincias", señalaban los organizadores. "Y obviamente con la necesidad de marcar la cancha con algunos temas", remarcaron.

Macri y Bullrich

La aparición de los gobernadores con su propia agenda muestra que el expresidente Macri no maneja todos los resortes de lo que alguna vez fue el PRO. Si el expresidente en algún momento le vendió a Milei que tenía un frente ordenado, pronto quedará en claro que esto era falso.

El PRO está en proceso de fragmentación, con cada sector atendiendo sus propios intereses. Macri, orquestar un gobierno de Milei que funcione como un "segundo tiempo" del suyo. Patricia Bullrich, sumarse a ese gobierno. Hay una larga discusión sobre si la futura ministra de Seguridad aceptó el cargo con la venia de Macri o se cortó sola. Cerca de ella dicen que es falso que haya tomado la decisión en soledad.

El que no le creyó es el gobernador electo de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, que le pidió que --si va a ocupar un cargo en el gobierno de Milei sin consultar al partido-- renuncie de una vez por todas a la presidencia del PRO.

En suma, los gobernadores, por un lado, Macri y Bullrich por otro, pero ambos buscando negociar de distintas formas con Milei, con el Congreso de fondo. Y, en el Congreso, también Cristian Ritondo que pelea la presidencia de Diputados. Hay quienes entienden que si se cae lo de Ritondo, también se caería la participación de integrantes del PRO en el gobierno de Milei, Bullrich a la cabeza. Pero no hay unanimidad respecto de esto.

El otro PRO

Y, después, están los sectores del PRO que no están pensando en acompañar a Milei como una suerte de paraoficialismo, sino en ser oposición (una oposición responsable, dicen, pero oposición al fin). En ese grupo, Larreta viene sumando apariciones sobre el final de su mandato para posicionarse.

El fin de semana anunció la creación de un "fondo anticíclico" para que la Ciudad utilice en caso de catástrofe mileista. El anterior fondo de ese tipo fue creado por Aníbal Ibarra después de la crisis de 2001. También recorrió las obras de urbanización de la Villa 31. Larreta está en una larga gira de despedida que termina, incluso, con un acto en el Teatro Colón. Más que una despedida, parece un lanzamiento de alguien que no abandona la voluntad de ser candidato a futuro.

Con él, se podría ir una parte del PRO (habrá que ver qué decide María Eugenia Vidal) a sostener una alianza opositora con los radicales y la Coalición Cívica.

En tanto, el sucesor de Larreta, Jorge Macri intenta ordenar el frente interno en el bastión del PRO. Viene anunciando día a día su gabinete, pero le falta en la Legislatura una negociación con los radicales. Por lo pronto, ya viene posicionando al santillista Matías López para la vicepresidencia primera. Una decisión que lo aleja de los deseos de Mauricio Macri, quien quería en ese puesto al legislador Darío Nieto.