Desde Líbano, la palestina Fatima al Ashwah rezaba por sus familiares de Gaza hasta que recibió la nefasta noticia de que una docena de ellos murieron en los bombardeos israelíes días antes de que empezara de la tregua entre Israel y Hamás. "Bombardearon su casa", declaró Fatima al Ashwah, de 61 años, agotada tras angustiosas semanas y días de duelo.
Algunos fueron hallados "en pedazos", contó, horrorizada, en el campo de refugiados palestino de Burj al Barajneh, en el sur Beirut. Esta palestina forma parte de los cerca de 250.000 palestinos refugiados que se estima que viven en Líbano, la mayoría en la pobreza, según Naciones Unidas.
El campo de Burj al Barajneh, como otros situados en Líbano, se estableció tras el episodio conocido como "Nakba", o "catástrofe", cuando más de 760.000 palestinos tuvieron que huir de sus casas tras la creación de Israel en 1948. Cuando la AFP habló por primera vez con Fatima al Ashwah a mediados de noviembre, la mujer se declaró muy preocupada por los 70 allegados que tenía en la Franja de Gaza, a los que visitó en julio.
Poco después, se enteró de que los bombardeos israelíes mataron a la hija de su prima Sanaa Abu Zeid de 30 años, y a sus hijas de 12, 8 y 6 años, además de a otros miembros de su familia que se encontraban en el mismo edificio. "Unas doce personas murieron", añadió.
Fatima al Ashwah afirmó esperar que la familia "no puede soportarlo más". "Hemos visto guerras, pero ¿como esta? Dios mío, como esta no", aseguró.