El periodista y conductor de La Mañana analizó dos noticias de la semana en dónde se ponen en juego tanto "el lado mafioso" del fútbol, representado por Mauricio Macri y cómo los medios de comunicación, en complicidad con los poderes hegemónicos, arman un relato para beneficiar a un sector de la política.

La suspensión de las elecciones en Boca, bajo la óptica de Víctor Hugo

La justicia porteña dijo que no corren las elecciones en Boca de este domingo, a pedido de (Andrés) Ibarra.

Lo que se sabía es que las encuestas favorecían mucho a Riquelme y que había que parar eso para ver como se podían reposicionar porque consideraron que era muy grave, visto desde el lado (Mauricio) Macri, desde el lado mafioso de la vida, que después de convertirse en el hombre más poderoso del país no pudiera ganar las elecciones en Boca, era un sinsentido.

A mi me perturba que no fuera la IGJ (Inspección General de Justicia) la que haya estudiado el tema y fuera una justicia dominada por Macri, jueces puestos por Macri que están a cargo de la justicia que dejó para siempre con (Horacio) Rodríguez Larreta con el jefe de los fiscales, uno de los Mahiques, no importa cuál es porque están todos cortados por la misma tijera.

"Nos hacen cualquier cosa"

El FMI presta 1300 millones de dólares a (Javier) Milei para luchar a favor del medio ambiente. Eso determina una contradicción flagrante de todas las que hemos tenido. Nos hacen cualquier cosa.

Usted votó Milei, va Macri. Usted pensó en un economista tipo Milei, va (Luis) Caputo. Usted pensó en seguridad pensada por Victoria Villarruel -que es horrible pensarlo nada más- y se queda con seguridad custodiada por Patricia Bullrich, que es igual o peor que Villarruel, porque ya demostró lo que puede hacer.

Y en esto de que nos hacen cualquier cosa, aparecen los medios de comunicación diciendo que lo de Milei es pragmatismo puro. El tipo dijo cualquier cosa. Prometió cualquier cosa. Mintió de una forma tan descarada, tan vergonzosa que tendría que taparse la cabeza. Tendría que ponerse, como los chicos cuando van a recibir un golpecito con la regla, los bracitos sobre la cabeza. Y, sin embargo, está ahí como presidente y va a estados Unidos a hablar con los que manejan todo esto. Y entonces pensé en cómo nos hacen cualquier cosa con dos anécdotas. Me parece que son graciosas pero es demostrativa de como la mafia mediática juega con estas cosas. Cómo las ocultan, cómo las presentan.

Una es cuando Lilita Carrió tenía problemas porque toda la gente le decía que todos se acuerdan que lo denunció a Macri y a su familia como el gran delincuente nacional y esta nueva Carrió está con Macri.

Ella cuenta que fue a la tumba de Urquiza, se arrodilló ante la tumba y le pidió consejo. Y Urquiza le dijo no, Lilita tranquila con eso. Podés ir con Macri. No se qué términos, pero más o menos en la misma línea que Milei y los perros.

Esto nos dicen. Y la gente ahora asume que Lilita aconsejada por Urquiza se puede abrazar con Macri de la manera que lo hizo, aunque ahora estén desabrazados. Pero en su momento decía nos van a sacar muertos a Macri y a mí de Olivos. Urquiza se lo facilitó.

El otro es Caputo, para tomar dos de las 20, 30 cosas increíbles que nos han hecho con la complicidad de las mafias mediáticas. Porque no se puede decir cierta mentira sin pagar una factura por eso.

Caputo dijo en determinado momento cuando le descubrieron la Panamá Papers que eran como tener una caja fuerte en la casa. 

Ah bueno. Si era así, ¿por qué se pasaron años buscando los Panamá Papers de Cristina Fernández de Kirchner? 

¿Por qué invadieron Seychelles con periodistas de Magnetto para ver si allí estaba la plata? 

¿Por qué usaron máquinas costosísimas en la Patagonia? Esas máquinas eran más confiables que las que había en la zona, porque las que había en la zona quizás estaban preparadas especialmente por Lázaro Báez, no se. Y se pasaron días y días excavando. Y resulta que cuando encontraron las de ellos, en este caso particular, la de Caputo, no pasó nada. 

Ellos puede decir cualquier disparate y no pasa nada. Nada que mueva las aguas. Ni un vientito que mueva las hojas de los árboles. No pasa nada, sigue todo tranquilo.