Alejandro Gramajo, un referente del Movimiento Evita de 42 años, es el nuevo titular de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular, que este miércoles realizó sus primeras elecciones. La UTEP se prepara así, tras hacer una masiva campaña de afiliaciones, para la etapa que se abrirá con el gobierno de Javier Milei. En la organización de los trabajadores informales hay mucha preocupación por los anuncios que viene haciendo el libertario: un nuevo ciclo de neoliberalismo pero recargado, que sólo puede llevar a una situación más grave que la que estamos viviendo. “Milei está anunciando un ajuste brutal y eso va a profundizar la crisis. Nosotros siempre estamos dispuestos al diálogo, pero deben tener en claro que perjudiquen al pueblo van a generar una reacción”, señaló el nuevo secretario general de la UTEP tras ser electo.
La UTEP llegó este mes a 420 mil afiliados en todo el país. En marzo de 2021 el ministerio de Trabajo reconoció a la organización de la economía popular como un sindicato. La organización se define a sí misma como un gremio “que representa y defiende los derechos de los excluidos del mercado laboral, quienes nos inventamos nuestro propio trabajo para subsistir". Se estima que en la economía popular hoy trabajan 8 millones de argentinos, es decir una cantidad equivalente a la de los trabajadores del sector privado.
Gramajo es un referente muy conocido dentro las organizaciones sociales, en las que milita desde que era adolescente, es decir desde finales del gobierno menemista. También ha cumplido funciones dentro del Estado, ya que se formó con Emilio Pérsico y lo acompañó en su paso por el gobierno; actualmente trabaja en el Ministerio de Desarrollo Social, donde es subsecretario. Su rol, es atender las demandas de las unidades productivas del Potenciar Trabajo.
El referente es parte de la generación que vio a sus padres quedar desocupados en la crisis previa al estallido del 2001. Su papá era ayudante de limpieza en el Sanatorio porteño de San Patricio cuando, en el gobierno de Fernando De la Rúa, la clínica quebró dejando a sus 800 trabajadores en la calle.
Gramajo viene además del conurbano más periférico: creció en un barrio popular de Marcos Paz. Empezó a militar en el Movimiento Plátano, un movimiento que reunió a pibes de barrio y estudiantes universitarios, tanto de la izquierda como del peronismo. Más tarde, se fue a vivir a a Venezuela, cuando Hugo Chávez presidía aquel país; de regreso a la Argentina se sumó al movimiento Evita.
Le dicen Peluca, como a Milei. Un Peluca salido del campo popular.
Luego del triunfo presidencial de la ultraderecha, la UTEP tuvo dos gestos: se recostó en la CGT y buscó abrir canales de diálogo con el futuro gobierno. El acto de asunción de sus nuevas autoridades, el próximo lunes, se realizará en el salón Felipe Vallese de la central obrera. En cuanto al diálogo con los mileístas, referentes del Movimiento Evita mantuvieron conversaciones con Guillermo Francos, futuro ministro del Interior, y Pablo De la Torre, eventual secretario de Desarrollo Social. Milei ya ha dicho que el único gasto que no va a recortar es del asistencia, otro preanuncio del daño que se prepara a ejercer sobre el tejido económico y social del país con el argumento de que el es único camino para evitar la hiperinflación.
Con esta elección, la conducción de la UTEP tiene continuidades y cambios. Dos mujeres, Dina Sánchez (Frente Darío Santillán) y Norma Morales (Somos Barrios de Pie) seguirán como secretarias generales adjuntas, manteniendo un rol importante como voceras de los trabajadores de la economía popular, que es un sector feminizado.
"Es importante debatir las nuevas formas de organizar el trabajo. En la Argentina no hay empleo, pero hay trabajo. Lo que queremos es que nuestro trabajo sea reconocido y sea dotado de derechos. A eso es a lo que apuntamos con esta elección, sabiendo que se vienen, además, tiempos difíciles", señaló Sánchez.
Deja su lugar un histórico del movimiento de desocupados, el hoy diputado nacional Juan Carlos Alderete (CCC), así como Esteban “Gringo“ Castro (Movimiento Evita), que presidió desde su creación a la UTEP y Gildo Onorato (también del Evita). Son recambios que se hicieron sin perjudicar la representación interna de las organizaciones sociales en la UTEP, que hoy tiene como principales fuerzas al llamado trío de Los Cayetanos -el Evita, la CCC y Somos Barrios de Pie- y una cuarta pata referenciada políticamente en Juan Grabois, de la que es parte el Movimiento de Trabajadores Excluidos y el Frente Darío Santillán.