Las agendas se mimetizan. El FMI y el Palacio de Hacienda coinciden por primera vez en una década en los lineamientos que debe seguir la economía argentina. “Bajar el déficit fiscal es una prioridad del gobierno”, expresó ayer el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne.
El funcionario que se encuentra en Washington participando de la reunión anual del organismo multilateral indicó que el Gobierno indicó que además buscará “desmantelar gradualmente todos los impuestos distorsionados que fueron creados por el gobierno populista que precedió al iniciado en diciembre de 2015”. Entre los tributos eliminados por las nuevas autoridades figuran las retenciones a las exportaciones agroindustriales que resultaron en una transferencia de ingresos hacia el sector primario.
“Para los próximos años tenemos un target de reducir nuestro déficit fiscal de 1 por ciento del PIB por año”, consideró Dujovne que eludió ofrecer precisiones sobre cómo alcanzará ese objetivo.
El FMI ofreció ayer una propuesta que contempla la reducción del gasto en salarios del sector público (ver aparte). El ministro estuvo acompañado por el titular del Banco Central, Federico Sturzenegger con quien participó de un evento en el marco del G-20. Argentina será el anfitrión de las reuniones del grupo de países durante 2018.
Quien también se encuentra en Estados Unidos es el ministro de Finanzas, Luis Caputo. En un evento del Banco Mundial, el funcionario consideró que “una fuerza de trabajo competitiva, saludable y educada es el activo más importante que tiene un país para asumir los retos actuales y para satisfacer las demandas de trabajo de calidad por parte de la ciudadanía”.