De un modo difícil de explicar un fragmento de lo real se introdujo en la realidad. Alli comenzó una metamorfosis, los lugares eran aún reconocibles y sus habitantes también, pero comenzaba a tomar forma un zumbido, una voz bizarra, que se iba alternado con frases amenazantes e insensatas, que surgía de altoparlantes ocultos y que iba modificando los rostros y el andar, incluso los pequeños gestos que impedían que se sintiera la cercanía, el estar en casa, porque ahora ya nada era como antes, un vasto mundo ignorado tomaba el mando y proponía un cambio radical de perspectiva, donde todo iba a poder ser profanado, aquello que había sido amado y respetado, era fácilmente despreciado por unos dirigentes idénticos a sus memes, que parecían venir de una dimensión que rechazaba lo que se había construido para habitar el lugar,el mundo simbólico que permitía intentar ser una existencia humana. Se iba diseñando de un modo explícito una fábrica de sobrevivientes, una producción sistemática de seres que otra vez, iban a ser golpeados, vaciados, hiper explotados, pero lo extraño era que en esta ocasión todo iba a ocurrir con el consentimiento de los maltratados, como si la lluvia de castigo y devastación fuera una condición necesaria para atravesar el desierto, y un mesías de guignol embebido de una sustancia alucinatoria, extrajera de un cuaderno notas claves para descomponer el cuadro de la realidad, y que se aceptara sin rechistar que un pequeño y potente meteorito, una piedra real capaz de agujerear la realidad, cortara en diagonal el mundo de los dias en donde todavía se compartía la poesía de los hablantes sexuados y mortales.
Había llegado la hora de sumar al intenso sufrimiento de los pobres, una invitación a la capacitad de experimentar un dolor desconocido, irreparable e infinito, para que los invasores hicieran saber que no conocían ni la piedad ni la misericordia y que consideraban a la justicia una aberración humana.
Mientras tanto se manifestaba por fin la verdad, iba descubriendo que finalmente se encontraba apresado en una pesadilla, un elemento siniestro de lo real había comenzado a colorear con angustia la realidad de su sueño.
Saber que era una pesadilla podía ser una buena noticia, al fin y al cabo, en algún momento despertaría.
Pero transcurrido un tiempo, supo que no podía salir solo de esa monstruosa construcción. Esta vez la pesadilla estaba constituida de un modo tal, que no disponía de los recursos para despertar por sus propios medios. Ya nunca iba a volver a soñar, la pesadilla se reproducía por su propia cuenta como un Alien y solo lo podrían salvar de aquel vértigo terrible, los otros, las verdaderas fuerzas de la tierra.