La caída de los dólares financieros como el contado con liquidación a cerca de 900 pesos es el resultado de apuestas de riesgo que hace el mercado. Se especula que el plan financiero y monetario del nuevo gobierno no está escrito en detalle pero si está delineado. La idea de terminar con la moneda local pasó a un segundo plano y la estrategia parece estar concentrada en cuatro etapas secuenciales, que buscarían hacerse en un plazo de pocos trimestres.
Los inversores especulan que el camino trazado por el nuevo equipo económico sería el siguiente: comienza con un fuerte ajuste fiscal (se buscaría recortar 5 puntos del Producto en gastos del sector público) y, en paralelo, se avanza con la intención de conseguir un nuevo préstamo en moneda extranjera por 15 mil millones de dólares.
El segundo paso se concentra en el plano monetario, con la intención de desarmar la deuda de corto plazo que tiene el Banco Central en leliqs y pases (que suma más de 23 billones de pesos, representan tres veces la base monetaria y equivale a 70 por ciento de los depósitos en pesos).
Los 15 mil millones de dólares capturados de entrada funcionarían como una barrera para evitar que esta disminución de los pasivos monetarios (que se intentaría de golpe y no gradual) termine presionando la cotización de los dólares operados en la bolsa. Serían el respaldo para que el dólar financiero no suba por encima de los 1000 pesos (a precios de hoy).
El tercer paso se deriva directamente de lo anterior. Se apuntaría a levantar los controles cambiarios para unificar los distintos tipos de cambio. Si bien se especula que el dólar oficial subiría inicialmente a valores de más de 600 pesos (y seguirían algunos controles), una vez desarmada las leliq y pases, se liberaría totalmente para que arbitre con el precio del dólar financiero.
Todo este camino puede resumirse de la siguiente forma: se hace ajuste fiscal, los fondos de inversión recuperan la confianza en el país para prestarle nuevamente dólares, se usan esos recursos para darle salida a los pesos que provocan inestabilidad cambiaria, se unifican los tipos de cambio y una vez que ocurrió esto se piensa si conviene o no conviene dolarizar.
En cierta forma, el mercado parece apostar a un camino libre de obstáculos para el plan económico y financiero del nuevo gobierno, con una baja ponderación de los problemas posibles. Volvieron a aparecer las inversiones a tasa de interés en pesos, con una lógica de carry trade, mientras se descomprime la presión sobre los dólares financieros.
En el mundo de los desarrolladores de software es común pensar un flujo ideal (happy path) para visualizar una serie de eventos que ocurren en el sistema sin presencia de problemas, fallas ni errores. Pero también es común plantear todos los casos de borde, en donde el flujo ideal puede desviarse por múltiples motivos que van desde errores del algoritmo hasta fallos de red.
Siguiendo esta costumbre, pueden pensarse numerosos ejemplos que hacen dudosa la posibilidad de aplicar el plan económico y financiero al que apuesta el mercado sin encontrar tensiones que lo frenen o lo cambien de eje. Uno de los más evidentes ocurre en el plano fiscal. ¿De dónde van a recortarse 5 puntos del gasto público? El efecto sobre los ingresos, consumo y producción de este ajuste podría ser el primer punto de quiebre del happy path de Milei.
La posibilidad de colocar nueva deuda por miles de millones de dólares también es compleja, debido al elevado riesgo país de la Argentina (en torno de los 2000 puntos). Seguramente, la garantía de esos préstamos podría llegar a ser activos estratégicos como las acciones del Estado en la petrolera YPF junto a las acciones de empresas que maneja el FGS de la Anses.
¿Pero alcanzará realmente para retomar el vínculo con los mercados internacionales de deuda? ¿Y si no alcanza cómo sigue la secuencia de desarme de pasivos monetarios, será voluntaria? ¿Si no puede desarmarse las leliq en el corto plazo, se avanzará igual en la liberación de los controles cambiarios? ¿Cuál sería el techo para la cotización del dólar financiero? Más allá de las apuestas de corto plazo del mercado, existen más dudas que certezas.