El fiscal general de Texas, Ken Paxton, acusó a la farmacéutica Pfizer de infundir miedo y mentir sobre la eficacia de su vacuna COVID-19, según la demanda que presentó el pasado jueves en los tribunales de ese distrito estadounidense.
“En pocas palabras, Pfizer engañó al público”, sostuvo Paxton en la demanda de 54 páginas, presentada en un tribunal de distrito del estado de Lubbock.
En el texto, sostuvo que la farmacéutica "participó en actos y prácticas falsas, al hacer afirmaciones sin fundamento sobre la vacuna COVID-19 de la compañía en violación de la Ley de Prácticas Comerciales Engañosas de Texas”.
El funcionario denunció al primer fabricante en obtener aprobación de emergencia para la vacuna, argumentando que "la pandemia no se resolvió rápidamente, a pesar de las afirmaciones iniciales de la empresa".
La fiscalía dice que Pfizer mintió
La demanda cuestionó la eficacia del 95% proclamada por Pfizer, señalando que la pandemia empeoró en 2021, a pesar de la disponibilidad de la vacuna. El fiscal argumentó, entonces, que Pfizer hizo afirmaciones falsas, como la supuesta mayor probabilidad de muerte por COVID-19 entre las personas vacunadas.
Expertos le respondieron afirmando que estas alegaciones carecen de fundamento y que la demanda busca erosionar la confianza en las vacunas. Pese a la crítica, los datos de salud de Texas indican que la tasa de mortalidad por COVID-19 entre los vacunados es significativamente menor que entre los no vacunados.
Esta no es la primera acción legal de Paxton contra Pfizer, en noviembre pasado acusó a la compañía de manipular pruebas de calidad en medicamentos para tratar el trastorno por déficit de atención con hiperactividad en niños.
La denuncia actual tiene implicaciones políticas en Texas, donde los conservadores vienen impulsando prohibiciones de mandatos de vacunas. Aunque la ciencia respalda la eficacia de las vacunas, la demanda de Paxton refleja la polarización en torno a la vacunación.