El gigante editorial multinacional Penguin Random House y cuatro autores, entre ellos John Green, Laurie Halse Anderson y Jodi Picoult, se unieron a profesores, un estudiante y el sindicato de maestros  para presentar una demanda federal contra el estado estadounidense de Iowa porque prohíbe que las bibliotecas y aulas de las escuelas públicas tengan en su catálogo prácticamente cualquier libro que describa algo sexual.

La demanda es la segunda que, desde la semana pasada, busca impugnar la ley que prohíbe los libros con contenido sexual hasta el final de la secundaria y que, sin embargo, permite una excepción para los textos religiosos. "Comenzaría a regir en enero de 2024 y generaría severas penalidades para los docentes y libreros que no la cumplieran", sostiene el comunicado que difundió la editorial en sus redes sociales.

La Ley entró en vigor hace dos meses, luego de que la Legislatura local liderada por los republicanos la aprobara a principios de año y la gobernadora Kim Reynolds la firmara en mayo.

Además de la prohibición de libros, la ley prohíbe a los educadores plantear cuestiones de identidad de género y orientación sexual a los estudiantes hasta sexto grado y, además, los consultores escolares deben notificar a los padres si los estudiantes solicitan cambiar sus pronombres o nombres.

En un comunicado, Dan Novack, abogado y vicepresidente de Penguin Random House, advierte que la Ley prohíbe libros que incluyan cualquier descripción o representación del sexo, independientemente del contexto o de si la obra es ficción o no ficción, en las escuelas y bibliotecas de las aulas desde el jardín de infantes hasta la secundario.

La Ley también prohíbe libros que contengan referencias a la orientación sexual y la identidad de género para estudiantes hasta sexto grado, lo que, según la demanda, constituye una violación de la cláusula de igualdad de protección de la 14ª Enmienda norteamericana.

"La Primera Enmienda garantiza el derecho a leer y ser leídos pero también al intercambio de ideas libre sin la intervención del Gobierno. Iowa viola el corazón de la Constitución con una legislación que elimina perspectivas y temas de las escuelas y las librerías a partir de la prohibición de libros", sostiene el comunicado en el que el grupo editorial explicó los motivos de la presentación.