Israel y Hamas reanudaron este viernes los combates tras el vencimiento de la tregua de una semana, con acusaciones cruzadas entre los bandos por el reinicio de las hostilidades y pedidos de la comunidad internacional para un nuevo cese humanitario.
"Hamas violó la pausa operacional", afirmó el ejército israelí en un comunicado, luego de que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) interceptaran un cohete lanzado desde Gaza en horas de la mañana, el primero desde el inicio de la tregua, el 24 de noviembre.
Hamas responsabilizó a Israel al afirmar que sus autoridades rechazaron todas las ofertas para continuar con el proceso de liberación de los secuestrados a cambio de presos palestinos.
"Hubo negociaciones durante toda la noche para extender la tregua, en las cuales el movimiento ofreció intercambiar prisioneros y ancianos. También ofreció entregar los cuerpos de los rehenes muertos a causa de los bombardeos israelíes, incluyendo los cuerpos de los miembros de la familia Bibas, así como liberar a su padre para que pudiera participar en los funerales", manifestó Hamas, según información de la agencia palestina de noticias Maan.
El grupo había anunciado el miércoles la muerte del bebé argentino de 10 meses Kfir Bibas, de su hermano Ariel de cuatro años y de su madre Sherry Silverman, que habían sido secuestrados junto al padre de la familia durante la incursión en el territorio israelí.
Fuego cruzado
El Ejército israelí informó en un comunicado que atacó unos 200 objetivos de Hamas, tanto en el norte como en el sur de la Franja de Gaza, incluidos Jan Yunis y Rafah. "Atacamos zonas donde había trampas explosivas, túneles terroristas, puestos de lanzamiento y centros de mando operativo designados por Hamas para su uso en los renovados combates", precisó.
Mientras, las alarmas por cohetes lanzados desde Gaza sonaron repetidamente en las comunidades israelíes fronterizas, la mayoría evacuadas, y en el centro del país; lanzamientos que fueron reivindicados por las Brigadas al Qasam, brazo armado de Hamas, y las Brigadas Al Quds, el brazo armado de la Yihad Islámica Palestina (YIP).
La Franja contabiliza más de 15.000 muertos desde que inició el conflicto bélico, además de unas 7.000 personas enterradas bajo los escombros. El Ministerio de Sanidad gazatí indicó en un breve mensaje en su cuenta en la red social Facebook que murieron 178 personas y otras 589 resultaron heridas tras la vuelta de los combates. Entre los fallecidos hay tres periodistas, lo que eleva a 73 los reporteros muertos desde el inicio de la guerra. "Los equipos médicos se ocupan de un gran número de heridos tras el fin de la tregua y los nuevos bombardeos contra civiles. Los heridos yacen en el suelo de los servicios de urgencias y frente a los quirófanos, debido a la acumulación de casos", agregó la cartera.
Un portavoz del Ejército de Israel confirmó que cinco personas secuestradas por Hamas fallecieron, mientras que el Gobierno estimó que aún quedan 132 rehenes en Gaza, entre ellos unos 11 extranjeros. Desde el inicio del conflicto ya fueron liberados 110 secuestrados, 105 de ellos durante la tregua. En su mayoría fueron mujeres y menores israelíes, y una decena de ellos son argentinos. A cambio Israel liberó a 240 presos palestinos.
Egipto mantiene contactos urgentes con Israel y Hamas en coordinación con Qatar, otro mediador clave, para restablecer la tregua humanitaria, informaron fuentes de seguridad egipcia bajo anonimato. "Los mediadores intensificaron sus contactos con ambos durante la noche, para extender la tregua por al menos dos días más con las mismas condiciones para el intercambio de prisioneros entre las partes y el ingreso de ayuda humanitaria y combustible a la Franja de Gaza", precisaron.
La situación humanitaria
El cruce fronterizo de Rafah entre Egipto y la Franja de Gaza, punto de ingreso para la ayuda humanitaria, está cerrado debido al reinicio de los ataques, informó la Organización de las Naciones Unidas (ONU). "Con la reanudación de la guerra, tememos que la continuación del suministro de la ayuda humanitaria esté en duda. El puesto de control de Rafah está cerrado. Necesitamos la reanudación de la tregua humanitaria y no la vuelta a la guerra", dijo el portavoz de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Jens Laerke.
El vocero agregó que durante la semana de alto al fuego, miles de toneladas de alimentos, mantas y colchones, agua embotellada, medicamentos y combustible fueron entregadas a refugios, hospitales y almacenes de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) en el norte de Gaza, epicentro de los combates. Alrededor del 88 por ciento de esa asistencia fue proporcionada por la Media Luna Roja Palestina, que recibió 1.132 camiones.
El portavoz de Sanidad, Ashraf al Qidra, resaltó que la tregua temporal no ayudó del todo al sistema sanitario del territorio palestino. "La realidad del sistema de sanidad en Gaza y el norte de la Franja es absolutamente catastrófica debido a que los principales hospitales están fuera de servicio", señaló. "Necesitamos garantizar la entrega de suministros médicos y combustible a todos los hospitales de Gaza", manifestó.
La agencia de la ONU para la infancia (Unicef) criticó el reinicio de los combates. “Hoy quienes están en el poder decidieron que se reanudaría la matanza de niños en Gaza", afirmó James Elder, vocero de Unicef en una videoconferencia desde Gaza para periodistas en Ginebra. “La situación humanitaria en la Franja es tan peligrosa que cualquier cosa que no sea una paz sostenida y una ayuda de emergencia a gran escala significará una catástrofe para los niños", agregó.
La frontera con Líbano
Mientras tanto, al menos tres personas murieron a causa de ataques israelíes contra el sur del Líbano. Según la Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN), un ataque alcanzó en la tarde una vivienda en la localidad de Al Jabayn, lo que causó la muerte de una persona y heridas a otras tres, que tuvieron que ser trasladadas a hospitales de la ciudad de Tiro.
El medio informó además de un bombardeo contra otra casa ubicada en la aldea de Hula, donde fallecieron Nasifa Mazraani y su hijo Mohammad, este último un miembro de Hezbollah, grupo que también se había adherido a la tregua pese a no formar parte de las negociaciones entre Hamas e Israel.
Hezbollah reivindicó cinco ataques contra objetivos militares en el norte de Israel, que por su parte confirmó una operación contra una presunta célula terrorista en el Líbano, además de disparos de artillería en respuesta a lanzamientos previos desde el otro lado. El Ejército israelí también anunció esta tarde que atacó con cazas, helicópteros y artillería infraestructuras pertenecientes al grupo chiita.
Desde el pasado 8 de octubre hasta el inicio del cese de hostilidades el 24 de noviembre, Hezbollah e Israel estuvieron enzarzados en fuego cruzado a través de la divisoria entre ambos países, zona que durante la tregua solo registró incidentes aislados. En menos de dos meses, el estallido de violencia entre las partes obligó a más de 55.000 personas a abandonar sus hogares en el sur del Líbano, al tiempo que provocó decenas de muertos, cerca de 300 heridos y daños materiales a ambos lados de la frontera.