La policía de Moscú intervino en varios clubes nocturnos, bares de ambiente gay y en un sauna para hombres en redadas simultáneas, informó este sábado la prensa local. Estos allanamientos se producen dos días después de que la Corte Suprema rusa prohibiera las actividades "del movimiento internacional LGTB" por considerarlo "extremista", abriendo la vía a una mayor represión de esa comunidad y de los defensores de sus derechos.
En un video del medio Ostorozhno Novosti aparece la policía en la entrada de un club nocturno de la calle Malaya Yakimanka, donde se estaba celebrando una fiesta y hubo otra redada en un sauna para hombres en el centro de la capital.
"En mitad de la fiesta, pararon la música y (la policía) empezó a entrar en los salones", declaró un testigo, y aseguró que los agentes estaban tomando fotos de sus pasaportes. Las fuerzas policiales intervinieron en al menos tres bares por la noche de este sábado (hora de Rusia), indicó el medio de noticias SOTA, mencionada por la agencia AFP, que aclara que no se pudo confirmar la información.
En tanto, los medios locales aseguraron que este viernes por la noche, el "Central Station" de San Petersburgo, uno de los clubes gay más antiguos de la ciudad, anunció su cierre debido a la decisión de la Corte Suprema.
Rusia ilegalizó en 2022 la "propaganda LGTB" para todos los públicos, prohibiendo así la representación de personas de este colectivo en medios, internet, libros y películas.
La decisión de la Corte Suprema de Rusia
El Tribunal Supremo puso este jueves al borde de la clandestinidad a la comunidad homosexual rusa al prohibir el "movimiento LGTB+ internacional" y sus "filiales" en Rusia, al considerarlo "extremista", en pleno giro ultraconservador del país. Este fallo desató una ola de indignación entre activistas por la diversidad sexual y los derechos humanos.
El juez de la más alta jurisdicción del país, Oleg Nefedov, ordenó calificar "de extremistas al movimiento internacional LGBT y sus filiales" y pidió "prohibir sus actividades en el territorio de la Federación rusa". En el veredicto que leyó Nefedov ante la prensa, precisó que la decisión entraba "inmediatamente" en vigor.
La medida prohíbe tanto la propaganda y la publicidad LGBT+, como "el generar interés y animar a integrar las filas" de dicho movimiento, por lo que allana el camino para emprender acciones legales contra cualquier grupo que defienda los derechos LGBT+ en Rusia.
La sesión tuvo lugar sin abogados, ya que ninguna organización lleva el nombre de "movimiento internacional LGBT" en Rusia, y se desarrolló a puerta cerrada, debido a que el caso estaba bajo "secreto de sumario", por lo que sus detractores lo consideran ilegal.
Cualquier actividad relacionada con lo que las autoridades rusas consideran como preferencias sexuales "no tradicionales" podría ahora ser sancionada por "extremismo", un delito castigado con duras penas de prisión. Previo al fallo, las personas de la comunidad se podían enfrentar a fuertes multas si realizan lo que las autoridades denominan "propaganda", pero no a penas de cárcel.