"Bullrich va a romper el PRO". Después de que se confirmara que la presidenta del partido va a ser ministra de Seguridad de Javier Milei, y que ella misma anunciara que dejará el cargo partidario a comienzos del año que viene y llamará a elecciones, los sectores que no acompañaron el acuerdo con La Libertad Avanza (larretismo, radicales, Coalición Cívica) están a la espera de que termine de quebrarse el espacio. El lugar donde eso puede ocurrir es el Congreso, donde hay rumores de que Bullrich armará su propio bloque, separado del de Mauricio Macri y de los que responden a Horacio Rodríguez Larreta. Mientras tanto, los que buscan ser oposición a Milei de lo que fue Juntos por el Cambio conversan, pero aún no hay un armado. Nuevamente, el lugar donde quizás se escenifique primero un nuevo frente es en Diputados y Senadores, cuando se den los rearmados de los interbloques para quedarse con la segunda minoría, detrás de Unión por la Patria.
La confirmación de que la persona que fue candidata a presidenta por Juntos por el Cambio aceptó un ministerio en el gabinete de Milei hubiera sido una bomba en la alianza, si no fuera porque ya no queda demasiado para demoler. Para pruebas, está el encuentro de la semana que pasó entre gobernadores y legisladores cambiemitas. Mientras los mandatarios mayormente buscaban plantarse ante Milei y ponerle condiciones, el sector de los legisladores que responde a Bullrich entró en un cruce de chicanas e insultos, que terminó el encuentro sin comunicado de todos ni foto de familia. Para muchos, fue la escenificación de que la coalición ya está definitivamente roto.
Ruptura del PRO
Lo que todos están esperando es que el otro de el paso para terminar de romper el PRO. La novedad es que la ruptura podría no ser en dos partes, sino en tres. Primero se dio la división entre Larreta, por un lado, y Macri-Bullrich, por el otro. Pero ahora Macri y Bullrich parecen haber tomado caminos diferentes de forma terminante. Entonces: tres espacios distintos, ¿y tres bloques distintos?
Una vez más: todo podría trasladarse a Diputados, donde el bloque del PRO podría explotar no en dos, sino en tres partes. Corre el rumor de que Bullrich está reclutando diputados para armar su propio bloque, separado del de Macri y del que pueda armar Larreta. Dicen en los mentideros políticos, que la futura-pasada ministra de Seguridad puede reunir hasta 15 diputados, que se aliarían a los que tiene Milei para armar un bloque o un interbloque de más de 50. El bloque de Bullrich lo conduciría su hombre de confianza, el flamante diputado Damián Arabia. En el entorno de Bullrich, por ahora, se atajan y niegan que esto vaya a suceder.
"El PRO es un aquelarre en este momento", describen sus ex aliados lilitos, que ven día a día cómo se va quebrando el espacio que alguna vez condujo Juntos por el Cambio. "El PRO es un quilombo descomunal", insisten también los radicales sobre la ausencia de un interlocutor claro entre todas las facciones.
"Es un verso que se lleva 15. Si rompe el PRO, Bullrich va a pagar un costo muy caro. Se llevará cuatro o cinco", vaticinan en el larretismo, donde no esconden el rechazo por el camino que eligió Bullrich. "Va a ser su salto de un espacio político a otro número 16", hacen la cuenta. No obstante, parecen estar a la expectativa de que eso ocurra para tratar de reorganizarse junto a otros sectores que no optaron por Milei.
¿Qué pasará, entonces, con el resto? ¿Seguirán juntos los de Macri y los de Larreta? En principio, la idea de Larreta es que sí: "Cuanto más te dividís, más poder de negociación perdés. No nos conviene", indican. Será, no obstante, una convivencia forzada que se pondrá a prueba en cada votación. Y si los de Bullrich no rompen, más aún.
Los que no
Aquellos sectores que no están acordando con Milei todavía no tienen un frente unificado, si bien hay -obviamente- conversaciones. Larreta hizo su acto de cierre de gestión y dejó una clave sobre su futuro: "Yo le deseo al presidente electo los mejores éxitos. Pero sigo pensando que la manera de llevar adelante los proyectos es en base al diálogo y al consenso”, afirmó sobre lo que será su futuro: Larreta va camino a armar una línea interna o, incluso, un nuevo espacio político que sea opositor a Milei.
Curiosamente, pese a los agravios en la campaña, Larreta tiene una mejor relación hoy con Bullrich que con Macri. Los dos comparten algo: ya casi no se hablan con el ex presidente. Pero está claro que estarán en lugares opuestos: Bullrich formará parte del nuevo gobierno, mientras que Larreta será oposición.
Para reinventarse, Larreta piensa volver a las fuentes: crear una fundación, parecida al Grupo Sophia que supo conducir en sus orígenes, y desde allí volver a empezar. No está claro si disputará la presidencia del PRO, que Bullrich dejará vacante en breve. Quizás en lugar de pelearla él, impulse a alguien afín, como podría ser la ex gobernadora María Eugenia Vidal.
De ser así, se enfrentarán a un número puesto: Mauricio Macri buscará recuperar la presidencia del partido con alguien de confianza. Existen, incluso, los que aventuran que el ex presidente se postulará él mismo para el cargo, aunque lo más probable es que busque un nuevo lugarteniente.
La Coalición Cívica ya anunció que será opositora. Su bloque no participa de nada relacionado con las negociaciones con Milei, pero observa con atención la explosión del PRO. Imaginan que tienen un futuro común con Larreta.
Lo mismo ocurre con los radicales que, sacando algunos casos, serán opositores al gobierno que llega. Y ya rompieron lanzas con Macri, probablemente de forma definitiva. Intentarán articular con Larreta y con un nuevo factor de poder: los 10 gobernadores cambiemitas.
Es así: el otro factor aglutinante será la Liga de Gobernadores -la mitad son radicales- que sigue intentando articular su estrategia frente a Milei con el Congreso. Para ellos, es vital para negociar fondos para sus provincias. Y ahí habrá una pelea por el segundo lugar en el Congreso, detrás de los legisladores de Unión por la Patria.
Ya en la UCR hacen cuentas: si suman sus 35 bancas a los que responden a los gobernadores y al PRO de Emilio Monzó (tres bancas) y de Larreta (diez bancas), podrían alcanzar la segunda minoría y arrebatarle ese lugar a la alianza LLA-Bullrich que, suponen, ocurrirá en breve.
En el PRO ven con cierta sorna la falta de estrategia legislativa de Milei, que lo lleva a ubicar en la conducción de las cámaras a dirigentes propios, pero sin llegada a los distintos bloques. "Esperemos que las fuerzas del cielo le consigan los votos a Milei", decían desde el sector que responde a Macri y que, al parecer, está abandonando todo trato con Milei (al menos, de momento).
"Existen conversaciones, pero todavía no hay un frente antimilei. Hay que dejar que baje la espuma. En un tiempo, las cosas decantarán", dicen desde los sectores que no acompañaron ni a Macri ni a Bullrich en su estrategia de subirse a la motosierra.